Hoy que el día es gris quiero contarte una bonita historia que leí el pasado verano .
La historia de un alpinista agarrado a su cuerda .

Cuentan que un hombre escalaba él solo una montaña. Un ascenso complicado en un día de oscura niebla , bajo una intensa nevada .
La nieve había cubierto toda la montaña .

Su amor por el alpinismo , su esfuerzo y su coraje le hicieron no retirarse y seguir adelante .
Quería conquistar la cima .

Una de las veces puso una pica para sostener una de sus cuerdas de seguridad pero se soltó el enganche . El alpinista se desmoronó completamente , dandose cuenta que no estaba atado a nada y que se precipitaba en el vacio . Se dió infinitos golpes a su paso con las piedras y con los monticulos de nieve acumulada.

Toda su vida en ese momento pasó pro su mente, ... se reflejó ante sus ojos .
Y , cuando esperaba lo peor , sintió que una cuerda le daba en la cara . Con un manotazo rápido se agarró a ella .

Aferrado a esa cuerda cada segundo que pasaba parecia un siglo .
Caía de forma libre cogido a ella entre la ventisca , la espesa niebla que no le dejaba ver más allá de pocos centímetros y la nieve .
Todo para él era incertidumbre .
De repente , la cuerda pegó un tirón y se detuvo .
El alpinista quedó colgado en el aire prendido de ella . No podía ver nada ; la intensa nieve que caía , la ventisca y la espesa niebla se lo impedian .
Al menos , pensaba él , de momento se había salvado de morir golpeado contra el suelo .

La nieve seguía cayendo intensamente y él estaba allí colgado de esa cuerda .
La niebla condensada , espesa , no le dejaba ver nada ... Y estaba empezando a anochecer .
El alpinista estaba muerto de frío , aferrado a su cuerda ; la que le había impedido estrellarse en el fondo del precipicio .

Miró a su alrededor pero se veía nada .
Gritó mucho , pero nadie le oía .
Su posibilidad de salvarse , pensó , era infinitamente remota .
¿ Cómo sabrían que él estaba colgado de este barranco ?
¿ Qué podía hacer ?
Pensó en escalar la cuerda hacia arriba , pero entendió que eso era imposible . No tenía fuerzas , ni le ayudaría a salvarse .

De pronto escuchó una voz . Una voz desde su interior que le decía : " suéltate " .
¿ Era la voz de su dios ?
¿ Era una alucinación suya ?
Pensó que soltarse era morir en el momento . Al menos , dejaría de sufrir .
Él , sin embargo , prefería seguir luchando . Siempre había sido muy perseverante .
...Y se aferró todavía más a la cuerda .

Nadie , ninguna voz , le convencería para soltarse de su única referencia.
¡ De la cuerda que le había salvado la vida !

Cuenta la leyenda que a la mañana siguiente la patrulla de búsqueda le encontró congelado , casi muerto.
Le quedaba a penas un hilo de vida .

Algunos minutos más y hubiera muerto , paradójicamente aferrado a su cuerda ,
a menos de UN METRO DEL SUELO .

A veces no soltarse a tiempo de aquello que te salvó es morir .
Aprender a desprenderse esa es la gran lección .