Decía Socrates que una vida sin cuestionamientos no valía la pena ser vivida.

¿ Por qué he elegido este producto y no aquel ?
¿ Por qué me gusta esta chica/o más que aquella ?
¿ Por qué he elegido este color ?
¿ Por qué me gusta pedir este plato ? ¿ Y venir a este restaurante ?

¿ Por qué los adultos perdemos el placer ancestral , evolutivo , infantil , necesario de preguntarnos " por qué " ?

Sabes que nuestro cerebro está preparado para ayudarnos a generar multiples alternativas , pero sólo lo hará si se " lo pedimos " .
Te recomiendo el retro-pensamiento .
Re-piensa !!!