Vengo de jugar un partido de tenis , de estos partidos de liguilla dominguera, capeonatillos para aficionados veteranos interescuelas ,
... pero tan divertidos , necesarios para sentise uno bien.

Y me han dado !!!
Gané el primer set y perdí los otros dos .

¿ Por qué os cuento todo esto ?
Porque camino de casa, repasando la jugada, como si de una moviola se tratase , con visión parcial de todo lo ocurrido y repetición de las jugadas , me di cuenta porque había perdido .
Mi contrincante jugaba a mi nivel , aún reconociendole que tenía un saque superior al mío , algo que le ayudó a ganar .
Pero no fue por eso por lo que me ganó .

Me ganó porque PENSÉ DEMASIADO desde la mitad del segundo set .
Ocurrió un hecho que me descolocó un poco y a partir de ese momento ya no jugué , ( es un decir ...) , SÓLO PENSÉ .

Cuando se juega , como en tantas otras cosas en la vida, se debe jugar , no pensar .
Pensar en esos momentos es perder.
Si piensas demasiado sientes poco .
Cuando más difícil es un partido más hay que jugarlo y menos pensarlo.

¡ Así es en la vida !
En muchas ocasiones pensarla demasiado te impide vivirla .

Si hubiera jugado , quizás hubiera ganado .
Si hubiera vivido , quizás hubiera sentido más .
Piensas ... luego pierdes .