Ayer ví en un documental de TV una entrevista a un niño de los llamados
" niños de la guerra ", en el Congo.
Se me pusieron los pelos como escarpias.
Se saben nacidos para morir en la guerra, ...antes o después.
Cuando hablan de futuro sólo ven guerra. Nacieron en ella y morirán por ella.
Y lo que más me hizo reflexionar :
no tienen miedo al futuro.
Es muy curioso, cuando lo conocen y lo aceptan, el futuro deja de preocuparles.
La propia vida les ha entrenado para no pensar en el futuro.
Para no esperar nada de él,...o quizás, tan sólo la muerte.
Todo lo contrario a lo que ocurre con nosotros en esta sociedad nuestra del lujo, del consumo exagearado, del deseo, del querer tener más, del capitalismo de ficción, de la crisis, del exceso de información, de la velocidad y la prisa, de querer vivir en el mañana continuamente, ...
En nuestro caso, abunda el miedo al futuro, la incertidumbre, el pánico por lo que tiene que llegar, la inseguridad en lo que pasará mañana, en lo que esta por venir, todo ello convertido en angustia.
En algunos casos se torna de forma patológica, generadora de ansiedad.
Somos FUTUROFOBICOS.
Yaiza Martinez, poeta y periodista experta en temas científicos, ha explicado que se ha descubierto recientemente en un estudio por resonancia magnética, llevado a cabo entre 40 norteamericanos, que la preocupación por lo que va a suceder se graba en el cerebro con la misma intensidad que si hubiera ocurrido ya realmente.
Nuestro cerebro, por protegernos, por su capacidad de orientarsse a nuestra superviviencia, no distingue si lo que pensamos con intesidad y preocupación ya está ocurriendo o ocurrirá en el futuro.
Al angustiarnos por el futuro, activamos el llamado " circuito del miedo " , y se ponene en marcha todos los mecanismos cerebrales tal como si ya nos estuviera sucediendo.
Esto explica por qué el pánico a cualquier hecho que todavía no ha sucedido, que sólo es producto de nuestra fantasía, resulta a veces, más desagradable que la propia situación real cuando se produce de verdad.
También explica por qué solemos tener miedo y bloquernos al imaginar resultados negativos originados por situaciones a las que tememos, que nos hacen sufrir o estar preocupados, aunque en la realidad nunca nos lleguen a suceder jamás.
Vivimos PRE-ocupados por lo que nos sucederá.
Y eso hace que no nos ocupemos de lo que nos está sucediendo ahora y aquí.
Lo mejor sería no olvidar, de forma consciente, que el curso de la vida es así : impredecible.
Y que por lo tanto se trata de ocuparte de tu futuro sin fobias, con naturalidad, intentando traerlo al presente para que se vaya construyendo, pero evitando el
estrés anticipatorio.