Anna,
pensando en esto que hemos hablado este fin de semana, me viene a la mente lo que el gran bailarin Nureyev dijo a una madre que le visitó en el camerino con su hija, la que también quería ser bailarina.

La madre preguntó a Nureyev :
" Maestro, ... ¿ qué consejo le daría a mi hija que quiere ser bailarina ? "
Y el maestro Nureyev le contestó : " ¡ que lo deje si puede ! "

La madre y su hija se quedaron super-sorprendidas.
¿ Cómo decía esto el maestro ?
¿ Sería esta la respuesta adecuada de su ídolo ?
¿ Estaría ese día cabreado con el baile el maestro ?
En realidad, ¿es que no le gustaba a él lo que hacía, a lo que había dedicado su vida casi por completo ?
...

Nureyev al ver la cara de la niña y la de su mami volvió a dirigirse a ellas y les añadió :
" Señora, que lo deje,
... que si lo intenta y no puede dejar el baile es que habrá nacido para esto ".

Que fantástica contestación, a mi modo de ver, la del famoso bailarin.
Cuando algo, de lo que hacemos, realmente nos apasiona es imposible abandonarlo.

Al hacernos la pregunta propuesta por Nureyev, estamos respondiendo la cuestión verdaderamente importante :
¿ Cuánto estamos dispuestos a dar de nuesta vida por ello ?

De nuevo querida, ... se trata de ELEGIR !!!