Ya decía Charles Dickens, en su novela " Tales of two cities " ,
que nunca hubieron tiempos mejores o peores, que tan sólo existen los " tiempos "
que nos ha tocado vivir.
Es una buena forma de verlo, con la que coincido plenamente.
No por ser conformista con lo que nos toca, que no lo soy para nada,
ni nostálgico con lo que nos tocó, ...que tampoco lo soy.

Más bien, me refiero a la aceptación de la realidad de la época que te ha tocado vivir.
Ser consciente de que estás en este año, este siglo, este día.
Así, tal como lo estás viviendo,
y no lo que añoras de otros momentos históricos de tu pasado,
o del que imaginaste aunque nunca lo viviste, ... y que ya no existe en cualquier caso.

" No hay nada más responsable de la añoranza
de los buenos tiempos pasados
que una mala memoria ",
decía David Lykken, en su libro Felicidad, 1999.

¿ Por qué siempre pensamos que en este momento que nos ha tocado vivir,
es cuando hay más intolerancia, o más codicia, o tanta violencia, o más pobreza o ... ?
Nos cegamos con la idea de que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Esto se produce por la capacidad selectiva de recordar generalmente sólo los buenos momentos.
Y nos hace que no tengamos en cuenta el presente con la fuerza que merecería.

Leí una anécdota que contó el psiquiatra sevillano afincado en Nueva York,
Luis Rojas Marcos, sobre el sociólogo que estaba en un pueblecito haciendo una encuesta
y preguntó a una señora:
" ¿ Cuál cree usted que es la tasa de mortalidad en esta zona donde viven ? "
A lo que la señora contestó, después de reflexionar unos segundos:
" ¡ Un muerto por persona ! "
Así es...
Una correlación que no cambiará.

Pero , ¿ qué es lo que ha cambiado ?
La duración y calidad de la vida.
La muerte llegaba, hace un siglo mucho antes a la mayoría de las personas.
Llegar a viejo era vivir 60 años.
Ahora hemos conseguido tener una generación más.
La educación en el siglo pasado era un privilegio de unos pocos,ahora es una obligación.
La mujer está, aún sabiendo lo que todavía falta por avanzar, mucho más integrada en la vida laboral y social que hace sólo un siglo. Antes tenían la función únicamente de procrear.
Y un largo etcétera ...

Revalorizamos injustamente el pasado y devaluamos el presente.
Esto nos lleva a sentirnos más inseguros, vivir con restos continuos de incertidumbre,
porque , a lo peor, al ver el presente tan negro lo que estamos
ensombreciendo de miedos y parálisis el futuro.
No entender el presente suele significar tener una visión fatalista del futuro.

DISFRUTA DE TU PRESENTE.
ES EL QUE ES.
¡¡¡ ASUMELO !!!
porque es un regalo maravilloso.