Desde niño nunca me gustó el
cuento de la lechera,
porque siempre pensé que no estaba bien contado.
Me encantaba la historia en sí,
pero me fastidiaba la moraleja final.
Me impedía soñar...
La mejor moraleja para éste cuento
no podía ser IMPEDIRNOS soñar
con aquello que queríamos alcanzar,
y tener que conformarnos con lo que
el destino decidía para cada uno de nosotros.
Sino más bien aprender que , a veces,
aún teniendo que enfrentarnos a adversidades, aún tropezando con piedras, como la niña del cuento,
a obstáculos que nos hacen pensar
que todo estaba ya decidido,
... la realidad es que todo está por hacer.
Esas piedras puede que nos hagan ser más fuertes,
que sean las que nos lleven verdaderamente al futuro soñado.
Las que nos hagan cambiar "el destino" .
Nadie me contó nunca que la niña de la lechera había encontrado otra
forma de llevar leche, gracias a la piedra que encontró en el camino,
permitiendo que no se le cayera nunca jamás.
Tampoco me dijeron que había llegado a tener una vaca
y después una granja.
Nadie me contó nunca lo bien que acabó ese cuento.
Pero, estoy seguro amigos, que esto fue lo que sucedió...
No soy partidario del determinismo.
No es cierto que el destino ya ha decidido por nosotros.
Y mucho menos que ya ha decidido de forma fatal.
Porque casi siempre acabamos diciendo : " tenía que pasar ".
Ahora estoy frente al mar.
Mirándole desde la ventana de mi casa;
intentando pensar en el futuro, oyendo dentro de mi el batir de las olas,
soñando, haciendo que en mi mente esos deseos ya sean reales,
ya estén sucediendo.
Y llegan a mi cabeza otras historias.
Parecidas a la de la lechera,
pero en este caso totalmente reales.
Vividas de verdad !!!
Que quiero dejarte aquí para que, si te apetece este fin de semana que
ahora empieza, reflexiones sobre la " otra moraleja "
que podría haber tenido el cuento.
La primera es la historia de Oda Nabunaga.
Fue un guerrero legendario japonés, en la época medieval.
Cuentan numerosas historias sobre sus batallas...
Todas apasionantes.
Entre otras se le atribuye a él y a su ejercito la unificación del Japón,
tal como lo conocemos actualmente.
Se dice que Oda, en una ocasión, dirigió a su ejercito
a enfrentarse contra uno de los grandes señores feudales
que tenía un ejército muchísimo más numeroso.
Los vasallos de Oda estaban desmoralizados.
" ¿ Para qué luchar ? ", se preguntaban.
" Todos vamos a morir. No podremos jamás ganar esta batalla.
Ellos son más del doble que nosotros ". Se decían...
Cerca del lugar donde se debía dirimir la batalla
había un templo sintoísta.
Un templo capaz de vaticinar los favores de los dioses
para el futuro de los guerreros.
Las personas acudían allí para orar a los dioses y pedirles sus deseos.
Pero al salir del templo debían echar una moneda al aire;
si salía cara se cumplirían sus deseos
y si salía cruz nunca sucedería lo esperado.
Oda con su ejercito fueron al templo y oraron.
Rogaron para que la batalla fuese a su favor, para ganar al señor feudal.
Al salir del templo, Oda lanzó la moneda y salio "cara".
Sus guerreros se sintieron felices, se envalentonaron,
fueron hipermotivados a la batalla,
...los dioses ya habían hablado por ellos.
Y efectivamente ganaron !!!
Cuando la lucha acabó uno de los lugartenientes se acercó
a Oda Nabunaga y le dijo :
" Estamos en mano del destino. Los dioses ya habían decidido el bien
para nosotros. Nada podemos hacer con lo que deciden los dioses "
Oda Nabunaga le contestó:
" Que razón tienes, amigo mío "
Y le enseñó la moneda: tenía dos caras.
¿ Dónde está el destino ?
¿ En manos de quién ?
El futuro se debe construir y mucho de ello está en nosotros.
El futuro no es un regalo ni un castigo ya concedido.
Está por hacer...
En esta otra historia se puede aprender algo más...
Cómo crecer aún habiendo caído con la peor de las piedras del camino, como le ocurriera a nuestra amiga la lechera.
Esta segunda vida contada es la de Tim Guénad.
Cuando Tim tenía tres años su madre le ató a un palo de la electricidad,
en un bosque y lo abandonó.
Consiguió desatarse y volver a su casa.
Con cuatro años dormía en la casita del perro, desnudo.
Con cinco, precisamente el día de su cumpleaños, su padre le dió una enorme paliza y le desfiguró la cara, rompiendole la nariz.
No sabía a esa edad casi ni hablar.
A los siete años ingresó en un horfanato por abandono
y allí fue maltratado por la gente que le cuidaba en la institución.
A los nueve, también el día de su aniversario, intentó suicidarse y fracasó.
A los once entró en un correcional, acusado injustamente de haber
incendiado un granero de la granja donde estaba acogido como labrador.
A los doce se fugó del correcional.
A los trece fue violado por un señor de la alta burguesía francesa
en un barrio parisino.
Y a los catorce empezó como "gigoló" en Montparnasse.
¿ Alguien da más ?
¿ Tendría razones para tener una vida de "mierda" ?
¿ Qué pensaría de su destino ?
¿ Cómo serían sus sueños sobre su futuro ?
Y nostros , ¿ qué pensamos de esta historia ?
Que acabó siendo un drogadicto, un ladrón de bajos barrios,
un rico prostituto, un maltratador como sus padres, un violador,
o que acabó muerto cuando todavía no era ni un adulto ...
Nada más lejano de la realidad !
Tim es un padre de familia con cuatro hijos.
Se dedica a cuidar niños abandonados y maltratados.
Es autor del libro, "Más fuerte que el odio", (...recomiendo su lectura).
Ha creado la asociación sin ánimo de lucro , Altruisme.
Le encanta la apicultura y el ciclismo.
Es colaborador en la organización del Tour de Francia.
Y, lo mejor, dice que entre todos sus sueños a conseguido incluso
querer a su padre.
Tuvo heridas, ...pero supo crecer desde ellas.
Supo mantenerse en las cincunstancias de su presente;
muy duras, adversas, y al mismo tiempo creer ycrear el futuro que deseaba.
Tim ha dicho en su libro esta preciosas frases :
" El hombre es libre de alterar plenamente su destino,
para lo mejor y para lo peor.
Yo, Tim Guénard, hijo de alcohólico, niño abandonado,
he hecho errar el golpe a la fatalidad. He hecho mentir a la genética.
Éste e mi orgullo ".
Toda nuestra historia nace en el pasado, ...es evidente.
Y para conocer mi presente me tengo que remitir a él,
pero ese pasado
nunca cierra la puerta a TU futuro.
TU TIENES LA CAPACIDAD DE SER EL
GUIONISTA Y PROTAGONIOSTA
DE TU PROPIA HISTORIA
Y yo aquí , frente al mar
... mirando por la ventana.
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