En estos días de verano estoy en contacto
con amigos que se deleitan con
" el no hacer nada " ,
con abandonar las preocupaciones y ocupaciones
cotidianas, generadoras de rutina
durante el duro año.

Este NO HACER
supone una desconexión
que funciona de maravilla,
cuando hemos trabajado duro.

Es una chispa mágica necesaria
para volver a conectar en un espacio breve de tiempo con el futuro.

Me gusta decir que estos días NO SON para cargar las pilas;
sino precisamente para descargarlas totalmente.
Y no sólo para desconectarse de lo cotidiano,
sino también para conectarse a la salud interior, a los amigos y familiares,
al tiempo que te pertenece, ... y vivirlo.

Conectarse con nuevas sensaciones y vivencias a veces pasa por no hacer nada especial.
Tan sólo sentir el tiempo como pasa y cala tus huesos,
acompañado de las personas que más quieres.
Dedicarte a tus aficiones favoritas.
Libérarte de miedos, de contradicciones, vaciar la mente.
Dejar que surja todo tu interior y dedicarlo a lo que verdaderamente te gusta.

No tengas miedo a dejar caer tus brazos.
Ahora toca.
¡ Esto no es pereza !
Es el descanso merecido desde el que se podrá cimentar tus sueños y capacidades de futuro.

El maestro Osho ya lo decía así de bien :

" El no-hacer no tiene nada que ver con la pereza.
De hecho, una persona perezosa nunca puede entrar en el no-hacer.
Una persona perezosa está cerrada; su energía no fluye " .

Disfruta TU PRESENTE
y aprende de estos bonitos días ...