Quiero empezar esta semana próxima , última de Agosto,
recomendándote algo obvio : ¡ RESPIRA !

Parece un consejo innecesario, porque ya respiramos unas 26.000 veces al día
y porque sino moriríamos en poco tiempo;
pero no me refiero a este tipo de respiración superficial,
sino a respirar con conciencia.

Se trata de utilizar un mecanismo intrínseco de nuestra biología para sentirnos mejor,
para ganar en salud, para mejorar en nuestros deporte preferidos,
para reducir el estrés.

¿ Te has fijado alguna vez cómo cambia el ritmo de tu respiración según lo
que tú estés sintiendo en ese momento ?
¿ Por qué casi se nos corta la respiración con emociones fuertes,
como el miedo, por qué cargamos de aire los pulmones cuando entramos en ira,
o por qué relentizamos la respiración, en estados de alegría ?

La respiración es un predictor claro de nuestro estado de ánimo.

¿ Cómo te sientes cuando bostezas ?
No tienes en muchas ocasiones al bostezar la sensación de que te calmas,
de que entras en estado de mayor descanso.
O que al respirar conscientemente con profundidad te sientes en general mejor.

Ya sabes la importancia que la respiración consciente tiene en la práctica de la meditación,
o para los que practican el yoga, ya que la respiración les mejora el prana o energía vital,
para el pilates, y para tantos otros deportes, artes marciales y prácticas orientales,
así como para los enfermos hiperventilados en estados de ansiedad.
No hablaré de todo esto en este post... Ya sabéis.

Sólo quiero empezar esta semana compartiendo contigo un corto mensaje
y una sencilla práctica, fácil de ejecutar, que no te quitará tiempo,
pero que te será de gran ayuda.

El mensaje:

Observate respirando siempre que puedas; en cualquier momento del día.
En la cotidianedad de lo que estés haciendo. Si te acuerdas.
Aunque sólo sea una cuestión de segundos varias veces al día.
Cuando comes, cuando entras en vigilia antes de dormir, cuando lees, cuando paseas, etc...

Utiliza, en la medida que puedas,
cambiar la respiración para cambiar tu estado de ánimo,
si así te interesa.

La práctica:

Dedícate sólo 1 minuto tres veces al día.
Intenta estar solo. En una habitación o espacio sin ruidos.
¿ para qué ?
Es sencillo... Sientate de forma cómoda, con la espalda recta y los brazos extendidos
con las manos abiertas.
Cierra los ojos.

Utiliza un despertador o cronómetro de tu reloj .
Programa sólo 1 minuto.
Que suene la alarma cuando haya pasado ese minuto.
Si no tienes presente uno, intenta programarlo mentalmente...

Dedica el minuto a pensar y visualizar en tu mente tu propia respiración.
Respira lentamente, sin prisa,
observa y se consciente de cómo entra el aire a tus pulmones,
de cómo recorre tu cuerpo, y de cómo lo espiras el aire para volver a inhalar.

Sólo un minuto tres veces al día !!!

Y lo mejor es que su efecto beneficioso te durará el resto de la jornada,
como si de una píldora terapéutica se tratase.
Y así, además, aprenderas, casi sin ningún esfuerzo,
a respirar mejor y conocerte más respirando,
reduciendo estrés y mejorando el estado de ánimo.

Como lector de este blog ya sabes que no toca ahora pre-juzgar,
sino probar, hacer, accionarse,
... y después decidir elegirlo o no como una forma consciente de respirar.