Hace unos años, quizás ya sean 5,
tuve la suerte, junto a otros compañeros
de la empresa farmacéutica en la que trabajaba,
( ahora recuerdo a Concha y Dusan ),
de ser invitado a participar en un
curso sobre Liderazgo que impartía
el prestigioso director de la
Orquesta Filarmónica de Boston,
Benjamin Zander.

Fue un curso de esos que te permiten
descubrir cosas nuevas de verdad,
que sacan de ti todas tus armas de explorador;
que te retienen secuestrada la mente durante toda la jornada,
en los que el tiempo pasa de una forma diferente,
a velocidad del viento.

Lo particular de este curso es que se trataba de vivir una jornada
completa de ensayo con la Orquesta que él dirige.
Y aprender desde ahí conceptos fundamentales para ser un
verdadero líder.
El método de aprendizaje, además de los contenidos,
ya era de por sí novedoso.
Los participantes nos sentábamos, frente a un atril con nuestras partituras,
como si fuéramos músicos de la misma orquesta,
...junto a ellos.
Y teníamos que seguir todos los rituales a los que están acostumbrados.
Rituales como levantarse cuando entra el director en la sala, saludar
con una sonrisa, el manejo del silencio absoluto, etc...

Desde otra óptica, pero estabamos revisando conceptos como
la importancia del esfuerzo para el logro, la concentración,
el imperio de la innovación, las trampas de nuestra experiencia,
la escucha verdadera, la colaboración esencial,
el valor de la pasión, la fuerza de la diversión,
...y un largo etcétera.

Podéis imaginar cuantas enseñanzas concentradas en unas horas se pueden aprender sobre liderazgo con un maestro así, en ese ambiente.

Benjamin es coautor del libro : The Art Of Possibility.
Libro que nos regaló, a todos los asistentes, la compañía a la que representábamos allí, junto con una batuta de dirección firmada
por el propio director que, desde entonces, vive en mi mesa de trabajo,
y que todavía uso como inspiración y anclaje con aquel momento.




La tesis de Benjamin Zander es que existen
dos mundos completamente separados:
el mundo de la
espiral descendente
y el de la
posibilidad irradiadora.

En el primero, puede haber éxito o fracaso,
porque todo depende de la suerte, entendida como azar.

En el segundo, en cambio, la posibilidad es la norma;
no hay éxito o fracaso: lo único que importa es la contribución que nosotros hacemos día a día.
Cada vez que abrimos la boca tenemos la oportunidad de convertirnos
en auténticos líderes.
Podemos apostar por uno de los dos mundos con nuestras palabras, nuestros hechos, gestos y, sobre todo con nuestra actitud.

Para Zander, el papel del líder consiste, precisamente,
en reconocer la existencia de la espiral descendente,
para después, desde ahí, llevar a la gente hasta
el mundo de la posibilidad.

El mundo de la espiral descendente es el mundo de la jerarquía,
del escenario congelado, del " debes hacer...", de la fama por la fama,
del todo bajo control, ...

El mundo de la posibilidad irradiadora es el mundo de la energía
creativa, de la visión , del futuro en el presente, de la escucha,
del coraje, de la vida vivida desde la elección de la actitud.

En palabras de Zander :

" No existe una recesión tan grande
que sea capaz de anular la posibilidad,
y no hay riqueza, poder o fama tan grande
que sea capaz de protegerte de la espiral descendente.
No son las circunstancias las que marcan la diferencia.
Somos nosotros los que tenemos la oportunidad
de elegir entre las dos opciones " .

Ya podrás imaginar que esa jornada fue " pata negra " para todos
los asistentes, que hacíamos por momentos de músicos solistas,
de acompañantes, e incluso usurpábamos el papel de director,
sabiamente influenciados por sus palabras.

¡ Una experiencia increíble !

Todavía recuerdo que ese día me impactó una de las reglas,
yo diré para la vida, que Zander nos enseñó.
Le llamaba la regla nº 6 .

Nos contó una historia para hacernos ver que no vale la pena
pasar la vida, en sus propias palabras:
" tomándonos todo tan en serio ".

La historia decía más o menos así:

Estaban dos primeros ministros en una habitación discutiendo
problemas de estado.
De repente irrumpe un hombre, cargado de furia,
y se pone a gritar, a dar patadas, puñetazos a todo.
El primer ministro del país anfitrión le dice :
" Peter, haz el favor de recordar la regla nº 6 ".
Con lo cual Peter, recobra inmediatamente la calma, deja de gritar,
pide disculpas y se retira.

Los políticos reanudan la conversacion, pero a los veinte minutos,
entra en la habitación una mujer con una crisis, histérica,
con los pelos de punta, sin parar de gesticular.
El primer ministro repite las mismas palabras:
" Por favor Marie, recuerda la regla nº 6 ".
Vuelve a reinar la calma y la mujer se retira agradecida.

Y la escena se repite una tercera vez.
Cuando en ese momento el ministro visitante le plantea a su colega:
" Amigo mío, he visto muchas cosas en mi vida, pero nada tan
extraordinario como esto.
¿ Le importaría compartir conmigo el secreto de la regla nº 6 ? "

"Muy sencillo " , responde el anfitrión.
" La regla nº 6 es
NO SEAS IDIOTA, NO TE TOMES EN SERIO.

" Ah ! muy interesante ... "
le replica su colega, tras tomarse unos segundos
necesarios para reflexionar sobre lo que acababa de escuchar.
" ¿ Y le puedo preguntar cuáles son las otras reglas ? "

" No existen ", contestó con una sonrisa el ministro anfitrión.

Efectivamente , nos seamos tan idiotas de tomarnos todo tan en serio,
y de tomarnos a nosotros mismos tan en serio.

Cada momento que te enfrentes a situaciones de presión, de angustia,
de miedos tóxicos, de ansiedades injustificadas, de pánico anticipatorio,
de estrés descontrolado, recuerda la REGLA nº 6.

Recuérdala en todo, hasta en lo más cotidiano que te ocurra.
Vengo ahora de Los Moñinos, famosa pescadería de Campello,
y probablemente tenía muchas razones para enfurecerme con una persona que me quería adelantar con engañifas en el turno de compra,
( nos es necesario contar lo que ha ocurrido, todos tenéis mil historias
parecidas cada día ).

Asomó, por unos segundos, desde mi lo peor, pero no le dejé salir.
Me dije : " Nano, recuerda la regla nº 6 ;
¿ cómo de importante es ?...
¡ NO TE LO TOMES TAN EN SERIO ! "

Y mi cabreo, que podría haberme durado indirectamente horas,
aún de forma inconsciente, automáticamente se transformó
en naturalidad y calma.
En un post más abajo lo expliqué con un poco de bilología
y le llamé : EL CUARTO DE SEGUNDO.

La realidad es que en multitud de ocasiones díarias, cotidianas,
no puedo cambiar la situación a la que me enfrento,
no puedo accionar sobre el hecho que está sucediendo,
pero si me puedo cambiar a mi.
ESE ES EL SECRETO !

Con éste mensaje, no hablo de complacencia, ni de resignación,
ni de autojustificación, ni de resistencia al cambio.
Todo lo contrario, yo te invito a intentarlo una, y otra, y otra
... y otra vez.

Esfuerzate por cambiar lo que no te gusta.
Trabaja por mejorar y no autocomplacerte con todo lo que está
en tu mano, con lo que DE TI DEPENDE.
Con lo que forma parte de tu " zona de acción ".
Pero cuando algo, por lo que sea, no lo puedas cambiar,
porque está fuera de tu " zona de control ",
aprende a cambiar tu visión sobre ello, tu forma de verlo,
y si puedes tu actitud, aunque sólo sea para sentirte mejor.

En estos días estoy volando mucho.
En unas horas cogeré otro vuelo para Madrid. Y esta noche otro.
Son días de muchas turbulencias.
Los expertos en aviación me dicen
que es por las " bolsas de aire caliente ". Será eso !
La verdad es que me dedico a observar la cara de la gente cuando el
avión entra en zona de turbulencias.
Nadie de los allí sentados, excepto los pilotos como es obvio,
tenemos acceso a ningún control, a ninguna decisión.
No podemos cambiar lo que está sucediendo; pero cada uno de nostros
si podemos cambiar cómo vivimos ese momento.
Queremos vivirlo divertidamente , como si de un parque de atracciones
se tratase, o queremos vivirlo con angustia y sufrimiento porque
parece haber llegado el fin, o simplemente queremos seguir
leyendo o escuchando música, o hablando con el vecino, sin más...

La actitud con la que vivimos los hechos que nos van sucediendo
son fundamentales en la creación de nuestros pensamientos;
y desde ahí podemos elegir cómo vivirlos.

Para mi éstas son las palabras mágicas que te debes dedicar:

¡¡¡ Quiero sentirme bien !!!