En estos días se ha dado el premio Nobel de medicina.
Lo ha recibido el equipo de la doctora Carol Greider, investigadora de la Universidad Johns Hpokins, por un estudio que inició hace dos décadas para resolver uno de los complejos rompecabezas de la biología molécular, sobre envejecimiento y cáncer.
Sue quipo fue el que averiguó el importante papel biológico que desempeñan las terminaciones de los cromosomas, fragmentos de ADN, llamados telómeros, que actuan como escudos protectores en las células. Cuando las células se dividen éstos se van degradando, hasta que s vuelven inestables, momento en el que la célula muere.
En 1984, hace ya unos cuantos años de esfuerzo y estudio, Greider identificó el gen responsable de la codificación de una enzima, llamada telomerasa, capaz de mantener intactos los telómeros. Pronto esto hizo que esta enzima se hiciera muy famosa en el mundo de la biología, porque podría ser la enzima de la inmortalidad y la fuente de la eterna juventud.
Más tarde descubrió que las celulas cancerigenas, gracias a la activación de esta enzima, son capaces de reproducirse indefinidamente porque " algo " en estas células activa el gen de la telomerasa.
Hoy día se sigue, en diferentes universidades del mundo, estudiando el papel, y sobre todo el control molécular, de esta enzima, porque podría ser la llave que nos pudiera permitir destruir las células cancerigenas, " simplemente " consiguiendo inhibir la producción de la telomerasa de una forma selectiva en las células malignas.
¿ Y todo esto por qué lo cuento ? Porque me da la sensación que en esta edición, y es una opinión muy personal, hay un gran abismo entre el Nobel de la Paz y el de Medicina.
¿ Y tú cómo lo ves ?
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