Hoy vengo de dar una clase de 6 horas de mba ejecutiv,
toda ella basada en la experiencia de los alumnos.
En la creación , exposición y práctica con sus planes de marketing.
Ha estado genial !

En varios post de este blog he hablado ya sobre la importancia que,
en mi opinión, tiene el HACER para SER .
De cómo se aprende cuando se hace, no cuando otros te lo dicen.
Lo cual no es contrario con el parendizaje de nuevos contenidos.
Y de cómo desde el decir no podemos garantizar el saber.
Cada vez estoy más convencido de ello...

Esta semana se podía leer una fantástica entrevista,
en el diario El Mundo CAMPUS del 10 de Febrero, realizada a Roger Schank,
experto en aprendizaje y director ejecutivo de Socratic Arts.
Empresa que nació con el objetivo de implantar la idea,
en entidades públicas y privadas dedicadas a la formación,
que la mejor manera de formar es a través de la experiencia:
aprender haciendo.

Roger Schank ha sido catedrático en la Universidad de Yale
y en la actualidad lo es en el pretigioso Carnegie Mellon.
En 1989 fundó el Instituto para las Ciencias del Aprendizaje
de la Universidad de Northwestern.
Es un colaborador habitual de los programas de postgrado de La Salle.

Y como bien defiende él, para modificar conductas
y generar nuevos aprendizajes se necesita pasar a la acción.

La Universidad, los master, los cursos de empresa, ... están llenos de teorías
que, una vez finalizado el período formativo, quedan sólo para formar parte
de una carpeta más en una estantería que rara vez será abierta.
Damos lecciones y los alumnos guardan lecciones.
De las cuales muchas no serán jamás usadas.

Es la experiencia la que nos mueve al aprendizaje.
Y el error lo que nos hace mejorar.
Ya se sabe bien, en la nueva pedagogía, que la mejor manera de enseñar
es a través de la repetición y la práctica.
¿ O cómo aprende un niño ?
Te has parado a observar cuantas veces intenta, al principio sin éxito,
meter una ficha en el agujero de un juguete infantil.

Lo mejor es que cuando lo consigue deja una huella para siempre en su cerebro.
Se ha demostrado con diferentes estudios científicos en niños
que tener una respuesta previa equivocada les lleva a aprender más rápido
y a recordar el acierto con más fuerza en futuras ocasiones.

Esto nos ocurre igual a los adultos.
Generamos mayor memoria en la medida que encontramos
las respuestas por nosotros mismos.
A esto se le llama equivocarnos.
¿ Nos damos el permiso a equivocarnos ?
¿ Se lo damos a nuestros estudiantes ?
¿ Y a nuestros colaboradores ?
Cometer errores es una forma esencial de encontrar nuevas respuestas.

DEJEMOS EL DECIR Y PASEMOS AL HACER...
es hora de pasar a la acción