La mayoría de los fenómenos meteorológicos están condicionados
por los contrastes térmicos mar-tierra-atmósfera,
siendo el sol la fuente primaria que los alimenta.
Cuanto mayor sea los contrastes térmicos, mayor serán los efectos
que se desencadenen; siempre que además exista un mecanismo disparador.
Ya sabemos algo nuevo... Se llama ciclogénesis explosiva.

No es más que la formación de un ciclón, llamado también " depresión interna "
que " explota " sobre una determinada borrasca después de que la
depresión atmosférica se se haya cerrado sobre sí misma generando un ciclón.
Por si faltaba poco tiene otro nombre más : bomba explosiva meteorológica.

Pero no es este un blog experto en meteorología.
Sólo me gustó la palabra y su significado científico.
Porque es comparable con algunos estados " naturales ",
que aparecen en la personas con cierta frecuencia,

A veces, uno se levanta por la mañana y no sabe cómo se siente,
o sí lo sabe, pero no cómo describirlo, no cómo nombrarlo.
A partir de ahora ya es más fácil, sólo tiene que decir que está sufriendo
una ciclogéniesis explosiva.

O cuando te preguntas qué le está pasando a tu hij@ adolescente.
No lo entiendes, pero ya tiene nombre,
está en estado de ciclogénseis explosiva.

Acaba de aparecernos en nuestro paisaje lingüístico un nuevo término
para explicar diferentes estados de ánimo.
Para que podamos poner nombre a esos momentos en los que en tu espacio interior
coinciden " la borrasca " con el " contraste térmico ".
Para cuando algo internamente empieza a cerrarse sobre sí mismo, como un ciclón,
como una corriente que te recorre de arriba a bajo a gran velocidad.
Ahora ya sabremos como llamarle.

Nos pasa cuando nos enamoramos, cuando reñimos con otros,
cuando estamos sufriendo un bajón rabioso, a veces sin saber por qué,
cuando algo no sale como esperábamos, cuando, por el contrario, se nos enciende
un " chute " de energía vital, cuando todo parece que está ahí puesto para ser vivido,
cuando nos levantamos con el pie izquierdo o cuando el " fuego interior " nos calienta,
como si del sol se tratase, nuestra " bomba de presión interna "
provocando un ciclón.

Y claro, también como en la atmósfera, a veces es de un grado superior ,
barre con todo lo que pilla, y otras sólo se deja notar de forma leve.

Vivimos numerosas explosiones ciclogénicas durante las que solemos decir:
" no sé lo que me pasa ..."
Ahora, ya sabremos cómo nombrarlo:
Diremos que estamos viviendo una ciclogénesis explosiva
de grado x.