Nos cuesta mucho dar las gracias.
No me refiero de forma protocolaria, como un formalismo social, sino de verdad,
saliendo de dentro, con gratitud.
Agradecer es un verdadero gesto que sale del alma.

Michael McCullough, psicólogo de la Universidad de Miami
y el doctor Robert Emmons , de la Universidad de California
han descubierto que quienes practican la gratitud obtienen muchos beneficios
para ellos mismos a nivel psicológico y en su salud física.

Dar las gracias genera una sensación placentera y es un reconocimiento
a que en gran medida muchas de las cosas buenas que nos pasan están fuera de nosotros.
Son "regalos" de los demás.
De hecho, la palabra gratitud, viene del latín gratia, que significa "regalo".

Agradecer es un gesto que sale del corazón y del intelecto.
Porque evaluamos y pensamos sobre los beneficios que recibimos desde afuera
al unisono que experimentamos una sensación de bienestar emocional.

El famosos doctor Martin Seligman, padre de la psicología positiva, descubrió
que enfermos con depresión mejoraban sustancialmente si se dedicaban a escribir
un "diario de gratitud", que consistía en cada noche, antes de dormir, escribir
en un cuaderno todo a lo que debían estar agradecidos ese día.

Si ya lo decía Cicerón:

" la gratitud no es sólo la mayor de las virtudes
sino la madre de todas las demás "