¡Convencidos de que estamos en lo cierto!

Hoy me he encontrado varios casos de personas que,
basándose en hechos según ell@s ciertos, estaban absolutamente convencidos
que lo que argumentaban era verdad indudable e indiscutible.
Como si de abogados en pleno juicio, defendiendo sus alegatos ante un juez, se tratara.

¿Te has preguntado de qué forma sueles presentar tus argumentos?
¿Te has preguntado cómo indagas en los argumentos de los demás,
para intentar, de verdad, conocer qué es lo que te quieren decir?

¿Cuántas veces escuchamos las propuestas de los demás con interés legítimo,
en lugar de entretener nuestra mente preparando la contra-respuesta mientras
esperamos que el otr@ acabe sus argumentación?

No nos damos cuenta, con frecuencia, que el hecho de que nuestros argumentos
parezcan estar basados en hechos certeros, nuestra interpretación de los mismos
nos lleva por caminos erróneos.
Y discutimos sin cesar, basando toda nuestra fuerza, en querer ganar.
Como si conversar fuera competir.
Como si de una lucha inconsciente se tratase.

Un pequeño cuento nos ayuda a entender este mensaje que quería hoy compartir contigo.
Dice así:

" Un científico entrenaba cucarachas para el salto de longitud.
Después de muchos meses de enseñanzas y entrenamiento quiso dejar por escrito
y grabado testimonio de sus investigaciones.
Para lo que puso a la mejor saltarina de sus cucarachas en el punto de salto
y le dio la orden de: ¡salta!
La cucaracha saltó con todas sus fuerzas hasta alcanzar los 4 centímetros.
Toda una hazaña.

Para hacer la investigación más interesante,
cortó dos de las seis patitas de esta cucaracha.
Y le volvió a dar la instrucción de: ¡salta!
La cucaracha en esta ocasión sólo consiguió saltar 2 centímetros.

Como todavía le parecía poco excitante el experimento, le cortó todas la patitas
a la cucaracha y le ordenó de nuevo que saltara.
Dio la orden una, dos, tres, ...mil veces.
Y la cucaracha no se movía nada.

Al fin, después de gritar y gritar que saltase y no moverse nada la cucaracha
concluyó el experimento anotando en su cuaderno de investigaciones:
LAS CUCARACHAS CUANDO LES QUITAS LAS PATAS SE QUEDAN SORDAS.

El mensaje es claro: muchas veces, aún teniendo los datos y hechos adecuados,
( en el cuento el hecho de que la cucaracha no obedece la instrucción),
la interpretación de los mismos puede ser absolutamente errónea.
O podemos encontrarnos con diferentes interpretaciones de un mismo hecho.

¿Por que conversamos para tener siempre la razón?
Es la mejor forma, un flaco favor que nos hacemos, de no aprender.

Nos lo dejó dicho Nietzsche:

"No existe la verdad, existe sólo la interpretación"