Mientras paseaba con su hijo vieron un huevo en el suelo.
El niño le preguntó a su padre:
- Papá, ¿cómo entran los pollitos en el huevo?
El padre, con asombro, contestó:
- Yo que me he estado toda mi vida preguntandome cómo salen los pollitos del huevo,
vienes tu ahora y me creas un problema nuevo.

Esto nos pasa con frecuencia.
Nos preguntamos cómo salir de nuestros problemas, de las angustias,
de las limitaciones , de los miedos, ...
Tal vez la solución estaría en preguntarnos cómo hemos entrado en ellos.
Quizá la puerta de salida sea la misma de entrada.