Unos días, sólo quedan unos días,...horas, para que lleguen las vacaciones.
Días de verano sin labores en los que me gusta sentir,
recibir todo de una forma diferente.
Re-descubirme.

Sentir la calma rutinaria del no hacer.
Sentir el agua del mar como empapa y te recorre.
Sentir las olas y no evitarlas.
Sentir la brisa como seca cada poro de la piel.
Sentir las horas como pasan sin contenido.
Sentir como te vas llenando con las palabras de los libros y como te van cambiando.
Sentir la llegada de la tarde, azul intenso, cálida, empaparte de ella.
Sentir la noche cargada de cielo estrellado, compartirlo.
Sentir cerca el latido de su corazón y sus manos sin prisa.