Es frecuente que al finalizar una conferencia o un curso, los amig@s y/o alumn@s
que tan amablemente han dedicado su tiempo a escucharte y compartir contigo experiencias
personales o profesionales, se acerque a uno a decirle sentencias como esta:

" ... mira Fernando, me gusta lo que nos has contado,
pero no sé como aplicarlo en mi vida
o en mi profesión.
¿Cómo cambio? ¿Cómo conseguirlo?
Es que yo soy así".

Si pensamos que nos es imposible cambiar, no cambiaremos.
Imposible es la palabra que nos aleja de nuevos destinos. Nos confunde.
Si lo dejamos en mano del azar o del destino que nos hizo ser así,
asumiendo que "uno es como es y punto", nada cambiará.
Cuando tu futuro lo marcan las circunstancias que están fuera de ti, ellas deciden;
cogen el timón de tus decisiones, cancelan muchas de las "puertas" todavía cerradas
que están para ser abiertas, para probar, para equivocarnos, para crecer, ...

No hay duda que nuestro comportamiento y decisiones actuales se deciden mirando al pasado.
Vivimos mirando al pasado. Genera apego. Destruye posibilidades.
Nos nos enseñan a ser selectivos con el pasado. A tamizarlo.
A elegir qué queremos que permanezca y qué no queremos con nosotros.
Nuestro comportamiento actual natural depende de las experiencias vividas en el ayer,
en la anterioridad, en la educación recibida, en el entorno en el que crecimos y hemos vivido,
depende de nuestros padres, de nuestros amigos, del colegio al que fuimos, ...
También depende de nuestra biología, de la genética.
En fin, de infinidad de factores que están interactuando entre sí.

Todo esto es cierto pero, en mi modesta opinión, hay un elemento que es el más potente,
que está en nuestra mano:
ELEGIR CON QUÉ NOS QUEREMOS QUEDAR DE LO QUE AHORA SOMOS
y aprender a desprendernos.
Quitar lo que estorba, vaciar, aparcarlo en el camino,...

Me parece difícil, quizás muchos pensemos, aún a riesgo de equivocarnos, que imposible,
cambiar a una persona en la totalidad de su ser.
Sería otro individuo.

Pero, ¿y cuándo nos referimos a un determinado comportamiento concreto?
En estos casos soy un absolutamente convencido que es posible.
Y si eres adulto también.
¿Qué estupidez es esa que dice que sólo se desarrolla la personalidad en la infancia?
Sin lugar a dudas este sea el período de nuestra vida más importante para el aprendizaje
y desarrollo de la personalidad, pero nuestro comportamiento se va
modelizando durante toda la vida.

Todo comportamiento es aprendido, depende de nuestras experiencias previas
y de nuestro conocimiento.
¿Podemos cambiar experiencias? ¿Vivir otras? ¿Las contrarias?
¿Y podemos aumentar nuestro conocimiento?
¿Cambiar algo que nos servía pero que ya es caduco por nuevo conocimiento?

Sin embargo, parecemos programados para no cambiar.
Algo en contra de la biología de nuestro órgano mágico: el cerebro.
Él está atento a todo lo que queramos re-progamarle.

Nos enorgullece decir que somos fieles a nuestro estilo. A nuestra ideas.
¿Y...?
Hoy escuchaba a una persona en la playa comentar a otra,
( lo que ha llevado a este post),
que a ella nada le sorprende ya.

¡Que horror!
A mi me encanta que todo me sorprenda cada día.
¿No esto estar vivo?

No caigamos en el error absurdo que tantas veces oímos sobre que las personas no cambian.
Las células de la piel nuestras de ayer ya no son las mismas que las de hoy.
¿Y las ideas u opiniones?
¿Tenemos que mantenerlas en el tiempo para sentirnos así mejor con nosotros mismos?
Todo cambia, hasta lo no vivo cambia.
Una piedra cambia con el tiempo, por ejemplo por efecto del viento.
¡¡¡Y lo vivo, cambia mucho más!!!

Todo comportamiento es producto de cuatro componentes,
que no en todos los casos
tienen el mismo peso o influencia sobre el mismo.

1) Componente biológico; heredado. Genético. In-nato.
2) Componente cognitivo; viene de nuestras creencias avivadas por la experiencia.
3) Componente emocional; de lo que sientes, de cómo te sientes.
4) Componente conductual; producto de la repetición de uno mismo.

Y todos ellos tienen que ver con el pensamiento. Con nuestra mente.
O, al menos que ahora se sepa con certeza, los tres últimos componentes.
Por lo tanto, si queremos cambiar un comportamiento por lo que tenemos que empezar
es por pensar de una forma diferente.

Esta nueva forma de pensar pasa por varios elementos que la van conformando.
dos
son los que, a mi juicio, son verdaderamente importantes para conseguir cambios deseados.

El primero es la interpretación de los hechos.
No son nuestras experiencias sólo producto de nuestras vivencias.
Sino también son producto de cómo interpretamos los hechos vividos.
La interpretación es la que leva a la valoración del hecho.
Lo evalúa. Lo clasifica. Le pone la etiqueta correspondiente.
FIJA NUESTRAS CREENCIAS, de las cuales algunas pueden ser facilitadoras
y queremos mantener con nosotros, pero otras puedes des-habilitarnos para algo.
Provoca además descargas emocionales positivas o negativas.
A este fenómeno se le conoce en psicología con el nombre de Efecto infusión,
que sigue el llamado modelo de Ellis.

De hecho, todos sabemos que muchos de los acontecimientos que vivimos cada día
no son es sí ni positivos ni negativos, no nos afectan validando o negando,
ni perjudicando ni beneficiando, ... Todo depende de nuestra interpretación.
Interpretación que nos llevará a un tipo de comportamiento y otro.
Permítete cambiar tu forma de observar las cosas que te
suceden y cambiara lo que te sucede.

Observa a tu alrededor y en ti mism@. Verás lo cierto que esto es...

El segundo aspecto importante es pasar a la acción
La responsabilidad de conseguir cambios en tu comportamiento no está fuera de ti.
Cuando algo te provoque emociones negativas, o no te sale como esperabas,
no eches balones fuera.
Este es uno de los grandes errores que nos imposibilita cambiar.
Me encanta una frase que le oí a Alex Rovira.
Decía:
"Deseo sin acción es ficción.Deseo con acción es realización"
¡Genial Alex!
No sólo hay que desear el cambio. Hay que actuar. Pasar a la acción.
Por qué no aprendemos a preguntarnos desde esta nueva opción de cuestionamiento:

¿Qué sí puede hacer desde aquí?

Esta pregunta es clave para actuar desde otra posición más ventajosa,
la que mira desde el realismo positivo.
Esta pregunta fundamental me la enseñó el gran maestro y director de la orquesta de Boston,
Benjamin Zander.
Que razón tiene usted, maestro...

Contestando a mis amig@ y alumn@s, es más sencillo de lo que parece, pero requiere
de trabajo por tu parte, del querer para pasar al hacer y construir el ser.
Los mensajes de este post son esenciales, pertenecen a la inteligencia más básica.
Forman parte de la basicoterapia fundamental.

No infravalores la idea de que

¡¡¡ TÚ PUEDES CAMBIAR-TE !!!