Dos razones de vida nos mueven desde el interior:
el amor y el miedo.
Algunos psicólogos nos dicen que son las únicas dos actitudes básicas
que mueven al resto de las emociones.

El amor nos da seguridad, nos permite relajarnos y fluir.
El miedo nos hace correr, estar alerta, pendiente de lo que está por suceder.

El amor nos enfoca en los sueños, el miedo en la incertidumbre del futuro.

El miedo quiere tener todo bajo control.
El amor nos da libertad y nos permite ver nuevos caminos.

El amor aprovecha el presente.
El miedo vive pendiente del futuro y quejándose del pasado.

El amor es apertura, el miedo aislamiento.

El miedo nos desconecta, nos saca de la jugada, nos sienta en el banquillo.
El amor nos abre puertas, nos anima a correr, nos acciona.

El miedo es barrera. El amor es cielo.

El amor nos hace sentirnos bien con nosotros mismos y con los que nos rodean.
El miedo nos pone mustios, nos aleja de todo y todos.

Por eso pienso empezar este otoño que está tocando a la puerta con mucho

AMOR