Siempre es preciso saber cuando acaba una etapa.
Saber irse.
Cerrarla. Salir.
Si lo dudas y permaneces cuando ya no es el momento, habrás perdido todo lo ganado,
el viaje que te llevó allí, ...lo conseguido.
Y también perderás la alegría del recuerdo vivido.

Las cosas pasan y hay que dejarlas ir.
Aprender a desprendernos, esa es la gran sabiduría.
El otoño, y tras pasar el frío invierno, dejará paso a una nueva primavera.

Lo dijo el poeta Machado:

" Todo pasa y nada queda... "

Hay que saber decir " ya no más..." . " Hasta aquí... "
Irse con elegancia.
Saber que cuando llegaste empezaste a salir.

Como en la misma vida: llegar a ella, vivirla y dejarla cuando acaba con sabiduría.

Cerrar una etapa, pasar página puede ser muy doloroso o mucho menos
dependiendo de cómo te lo cuentes a ti mism@.
No olvides que con el pensamiento modificas tus emociones
y es desde esta elección de donde llegarán tus sentimientos.
Tu forma de verlo.

Irse es cambiar. Despegarse.
Un proceso interno de superación.
Salir de la costumbre cuando ya no es válida.

Ir no es intentar despejar las incógnitas que no pudimos resolver.
¿Cómo quieres vivir el presente en el pasado?
No es posible. Es una manipulación de tu mente. Un sin sentido.
Hay que soltar. Tomar distancia...

Y siempre así con todo lo que requiere de nuevo aprendizaje. De nueva experiencia.
Para aprender hay que desaprender.

Ya lo decía una vieja canción:

Al final
las obras quedan, las gentes se van.
Otros que vienen las continuarán...
¡La vida sigue igual!

Vivir es es saber cerrar.
Despedirse.
Así que hoy me toca decir:

¡ HASTA LUEGO LUCAS !