En estos días, comienzos de un nuevo año solemos soñar más de lo habitual,
soñar despiertos.
Esto nos ayudará a enfocar qué hacer con nuestros deseos y traerlos al presente.

Ahora bien, me pregunto:
¿es suficiente con soñar?

Conozco muchos soñadores que se pasan la vida sólo así: soñando.
Son soñadores que se quedan sólo en eso, en soñadores.
Confunden la ilusión con el ilusionismo.
Y viven ilusos de una idea que nunca intentan convertir en realidad.
También conozco triunfadores que empezaron sus éxitos con un sueño,
lo transformaron en un objetivo personal o colectivo, y pasaron a la acción
para poder empezar a convertirlo en realidad.

El triunfo nace del
SUEÑO+ACCIÓN



No es suficiente con soñar. Es necesario, pero no suficiente.

Edison soñó con un mundo en el que la energía eléctrica alumbraría la noche,
pero no sólo soñó, necesitó inventar la bombilla, con mucho esfuerzo, tras miles
de fracasos, de prototipos que no le funcionaron, para así hacer real su sueño.

Nunca es tarde para tener un sueño y que éste nos dirija a un objetivo concreto,
alcanzable, accionable, que nos ponga en marcha, camino de su consecución.
Si el sueño, (=idea), se convierte en objetivo está más cerca de ser real, (=hecho).
A través de la acción, del esfuerzo, haremos que nuestros sueños se enriquezcan de
nuestro compromiso. En ese momento el sueño se transforma en una visión.
La visión es un sueño cargado de compromiso.

Créanme,
hay una distancia infinita
entre los
que desean
y los que actúan.

El deseo es necesario, pero cuando se une con una vigorosa determinación,
a la que llamaremos voluntad
y se alinea con el esfuerzo repetido,
a lo que llamaremos disciplina,
es cuando se logra el poder creativo necesario para convertir
en realidad y logro los objetivos.

El deseo debe cristalizarse en RESOLUCIÓN para poder ser efectivo.

Desear es necesario, nos ayuda a generar expectativas,
nos provoca una sana ambición.
Todo empieza en la mente.
...Pero no acaba en ella.

Creer es Crear. Nos da poder.
El pensamiento es un imán necesario que atrae lo que la mente busca.
Pero para alcanzar nuestra metas no debemos conformarnos sólo con pensarlo.
No creo en el mundo del secreto que sólo nos recomienda pensar,
desear para conseguir. Me suena a literatura barata.

Será necesario desear, pensar en los objetivos que queremos alcanzar,
pero no suficiente; necesitaremos también luchar por ello, esforzarnos,
usar nuevos recursos y crear el escenario adecuado para que los deseos sucedan.

Te recomendaría que para este 2011 pongas en la coctelera de tus sueños
estos elementos y los mezcles bien:

ideas y deseos convertidos en objetivos
+
energía para iniciar la acción
+
esfuerzo mantenido
+
unas gotas de diversión y alegría