Hace algo más de 20 años, el profesor Gehard Preiss, especialista en didáctica
de las matemáticas, empezaba a escribir sobre una pedagogía basada
en la neurología que daba nombre a una nueva disciplina:
la neurodidáctica.
Se trataba de aplicar los conocimientos de las neurociencias a la enseñanza escolar.

Los conocimientos neurocientíficos han sido considerados de vital importancia
en las últimas investigaciones de la pedagogía.
Manfred Spitzer, profesor de psiquiatría en la Universidad de Ulm,
prestigioso defensor de la neurodidáctica, ha considerado que la neurología es al aprendizaje lo que las articulaciones y musculatura al deporte.
Está convencido, y así parecen asegurarlo sus estudios, que el maestro
debe ser un entrenador del cerebro, debe ayudar al alumno a mantenerlo en forma.
Según él, los maestros deben ser expertos en gimnasia mental.
Ahora bien, por desgracia los profesores y maestros suelen tener poca formación
en estos temas.

Alguno de ellos, incluso siendo profesores de asignaturas como biología,
siguen pensando y formando a sus alumnos en el concepto arcaico de
que nacemos con un determinado número de neuronas
y vamos perdiéndolas conforme va transcurriendo nuestra vida.
No se han acercado ni tan siquiera a las, ya no tan nuevas, ideas sobre
neuroplasticidad.
...Tan importante en la nueva pedagogía.

Pero, en mi modesta opinión, no son los maestros o profesores los culpables de esto.
Mis mejores amigos son maestros; función pública que considero una
de las más importantes.
Les respeto. Les adoro !!!
Doy gracias por su vocación, entrega y esfuerzo diario.

Es el sistema formativo el que no está preparado para estas nuevas disciplinas;
es más lento de lo que nos gustaría.
Avanzamos antes en otras direcciones, por ejemplo la " carrera militar "
que en la educación.

Algunas cuestiones básicas:
¿Invertimos lo suficiente en educación?
¿No es el legado más importante que podemos dejar?
¿Están bien pagados nuestros maestros?
¿Tienen los recursos necesarios?
¿Cuánto dedicamos a formales de forma continuada?
y un largo etcétera...

En esta línea, estudiosos como Otto Speck, profesor e investigador
emérito de Pedagogía Terapéutica de la Universidad de Ludwing Maximilian
de Múnich ha dicho que:

" los maestros deberían resultar más atractivos para los alumnos,
estar mejor formados y atender a los principios pedagógicos básicos por todos conocidos para hacer así de la enseñanza un éxito,
lejos de la situación de las escuelas y de la pedagogía actual " .

La pedagogía moderna está evolucionando de forma paralela a la neurobiología.
Una de sus misiones importantes es orientar los nuevos conocimientos
de las neurociencias hacía la didáctica y aplicarlos al proceso de educación
y formación de nuestros escolares.

Todo parece más sencillo cuando se ve de esta forma:
Los maestros para conseguir que los alumnos aprendan deberían plantearles
retos cuya superación a los alumnos les resulte

DIVERTIDA
y les de SATISFACCIÓN DE
ÉXITO

¿Divertida?
Algo que parece de entrada contrario al hecho de formarse.
Sin embargo, es la mejor forma de dejar huella en nuestro arcaico cerebro.
Desde ahí se aprende.
Todo lo importante en nuestra vida lo hemos aprendido jugando. Divirtiéndonos.
Hay una gran bibliografía que lo demuestra, pero no es el motivo de este post.

Cinco ideas para entender los pilares importantes de la

NUEVA (¿nueva?) DIDÁCTICA

1.- Aprender debe ser divertido.

Los niveles de dopamina aumentan cuando el niño se divierte con lo que hace.
Si el niño se divierte fluye con lo que hace porque está más concentrado y
tiene más capacidad creativa.

2.- El mejor aprendizaje es invisible.

Andar, hablar, reír, saltar, ... lo aprendimos sin saber que lo estábamos haciendo.
Parecería que detrás de estos aprendizajes básicos no hay metodología,
que son habilidades adquiridas sin ninguna sistemática.
Hoy día están bien estudiados los mecanismos biológicos de este aprendizaje,
llamado "implicito", y se basan en que estas habilidades
se aprendieron ajustando adecuadamente la relación
reto/capacidad desarrollada para el reto.

3.- Mejor antes que tarde.

Todavía oímos a muchos padres decir que ya llevarán a sus niños al conservatorio
o la escuela de música cuando cumplan 6 ó 7 años, que son muy jovencitos, y cosas
parecidas, ...
Es un gran error mantenido en la educación actual tanto en los colegios
como en las familias.
Cuanto antes se contacte con un instrumento musical, con un deporte, con un idioma,
etc... mucho mejor. Después de la pubertad muchas "ventanas se cierran" y el
cerebro adulto necesitará encontrar nuevas vías para el aprendizaje que van
a una velocidad más lenta y con menos capacidad de retención.

4.- Aprender enseñando a nuestro cerebro emocional.

La emoción y la cognición van inseparablemente unidas.
Se aprende mejor y se graba más rapidamente en la memoria, si se enseña
uniendo contenidos docentes con sensaciones positivas.
Sabemos además que cuanto más relación guarde la materia enseñada
con la realidad vivida, más carga emocional encerrará lo aprendido
y, por lo tanto, mejor se procesará y se almacenará para el futuro.

5.- Aumentar los estímulos del entorno.

¿Todavía aulas a la vieja usanza?
Aulas que están pobladas de pupitres y frases repetidas de ¡no te muevas de ahí!
Crear ambientes con estímulos sensoriales potentes genera más fuerza en el
proceso del aprendizaje. Es sencillo la explicación de por qué sucede esto:
se aprende más rapidamente y mejor cuando la información te llega por varios
canales sensoriales.

Y lo mejor de todo, lo que estamos aprendiendo de la neurodidáctica
nos sirve igual para el aprendizaje en adultos.

¿Por qué los adultos
hemos dejado de jugar?

Ya sabes si te dedicas a esto de la formación recuerda siempre
que la pedagogía no es más que la suma de dos ideas:

MUCHO AMOR
y
MUCHA PROVOCACIÓN