Os quiero contar un cuento árabe , que dice así:

Existió un viejo sabio del que todos decían que en su cara se podía leer sabiduría.
Un día ese hombrecito decidió hacer un viaje en barco en el que se encontró a un
joven estudiante .

El joven preguntó al sabio anciano:
" ¿ Ha viajado usted mucho ? "
A lo que el anciano contestó que sí.
" ¿ Y a estado usted en Damasco ? "
A lo que el anciano volvió a contestar que sí y que allí había paseado por la ciudad
y recogido muchos olores únicos y el ruido de su zoco.
Mientras el viejecito hablaba, el joven le interrumpió:
" Ya , ...ya veo, ¿ pero ha estudiado usted en su escuela de astronomía ?
El anciano le dijo que no.
A lo que el estudiante puso cara de sorprendido y exclamó:
¡ Entonces a perdido usted media vida !

El sabio anciano se encogió de hombros mientras el joven seguía hablando...

De nuevo preguntó:
" ¿ Y ha estado en Alejandría ? "
El anciano le contestó hablándole de la belleza de la ciudad, describiendo rincones inéditos
como su faro o el puerto, las calles abarrotadas de personas, ...
" Ya veo que también ha estado allí, interrumpió de nuevo el joven,
pero ¿ ha estudiado en la biblioteca de Alejandría ?
El anciano volvió a negar con la cabeza y el joven añadió:
" No lo puedo creer, un sabio como usted ... ¡ Entonces ha perdido la mitad de la vida ! "

El sabio le miró a los ojos pero no dijo nada.
En ese mismo instante también vio como en el otro lado del barco empezaba a entrar agua.
El barco se estaba inundando.
Pero el estudiante no dejaba de hablar y ni se daba cuenta de lo que pasaba.
Contaba por todas las universidades por las que había pasado, por todas las bibliotecas,
y una retahíla de escuelas de diferentes especialidades.
En ese momento, el sabio, interrumpiéndole, le preguntó:
¿ Y has aprendido a nadar en alguna de esas escuelas o universidad?
" No ", respondió el estudiante.

El anciano se arremangó los pantalones y se pudo de pie cuando
ya el agua les llegaba por la cintura. Y antes de saltar por la borda comentó:
" Pues entonces has perdido la vida entera "

Con este cuento quiero compartir una idea:
acumular conocimientos no es sinónimo de saber.
Sólo aquellos que hacen, son. Saber no es igual a ser.
Se llega al ser desde el hacer.

Por mi profesión me encuentro con multitud de predicadores que hablan y hablan,
que dicen saber, que creen compartir sabiduría. Pero la realidad es que muchos de ellos
no han hecho nada nunca. Sólo han " dicho ".

¿ Y esto porque lo cuento hoy ?
Porque he tenido la grandísima buena suerte de conocer hoy en San Francisco a
Xavier Verdaguer y su equipo de Innovalley, españoles en Palo Alto.

Estos amig@s si que pueden hablar de INNOVACIÓN en mayúsculas
porque lo hacen desde el conocimiento que les viene del estar haciendo
y practicando lo que dicen.
Gracias por vuestra fantástica lección compartida hoy.

Seguiremos dejando volar la cometa


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