En 1953, el abogado Jenaro Gajardo Vera,
registró la propiedad de la Luna,
previo pago de unos 42.000 pesos de la época,
(unos 67.7833 € al cambio actual),
lo que obligó al ex-presidente estadounidense Richard Nixon a pedirle permiso para el alunizaje de la Apolo 11 en 1969.
¿Lo sabias?

Pero lo peor es que el pobre Jenaro la está perdiendo...
Porque la luna es sabia y aprendió a desprenderse de su
relación con la tierra, ...y con los humanos.

Se aleja a un ritmo de 38 mm cada año.

Al contar esto a un amigo me dijo:

¡ Joder, un día dejaremos de verla !

...y yo me fui pensando y mirando en la noche al cielo:
“ y tanto que dejaremos de verla”.
Dejaremos de verla un día, aunque ella todavía esté aquí,
cerca de la tierra y a la vista de las personas.
Porque seremos nosotros los que nos iremos antes.

Así que, gracias a la reflexión de mi amigo lunático,
hoy que puedo verla no pienso perdérmela.
No dejaré para otro día de admirar su belleza.

Por cierto, aprovecharé y no dejaré tampoco de mirar, ni de admirar,

el movimiento de la cola de mi perrita,
ni la sonrisa de Anna,
ni a ese vecino que anda hablando sólo por la calle,
ni la mirada de Sara,
ni la conversación al otro lado telefónico con los viejos,
ni el discurso compartido con los compañeros de profesión,
ni la comida disfrutada y sin prisa en casa de un amigo,
ni el roce con ella,
...

Y es que un día
dejaré de verla