Había una vez,
-así empiezan todos los cuentos, ¿no?- ,
un señor que quiso ser astronauta y subir a la Luna.
Consiguió que le metieran en un cohete,
tras pagar mucho por ello,
y llegar a la Luna .

En el alunizaje el cohete se rompió.
A partir de ese momento supo que jamas podría volver a la Tierra.
Tenia oxigeno sólo para tres días...
No habría suficiente tiempo para que mandaran otro cohete a recogerle.

En esos tres días descubrió
qué era lo único importante para él,
lo que verdaderamente quería,
... lo que le hacía más feliz:
estar con su familia y amigos,
en su casa, en la Tierra.

Lo supo cuando ya no era posible volver.

Lo lejos que tenía que haber ido
para darse cuenta lo cerca que tenía
su felicidad




Hoy no dejaré que me pase lo del señor que se quedó colgado en la Luna.
Me voy a vivir bonitos momentos con mi familia, en mi casa, ...en la Tierra.
¿Y tú?