Así nos lo dejó escrito Goethe:

" Trata a una persona
tal como es,
y seguirá siendo como es.
Trata a una persona
como puede y deber ser
y se convertirá
en lo que puede ser "


El goldfish, también llamado pez carpa rojo, que abunda en los acuarios
como mascota familiar, nos da una buena lección de liderazgo siguiendo el
modelo descrito en la frase de Goethe.
Este pez aumenta su tamaño dependiendo del acuario que le pongamos.
Si el acuario es muy pequeñito, él se quedará pequeñito y no crecerá.
Por el contrario, si le dejamos espacio para crecer, para que se desarrolle,
el pez cogerá un gran tamaño, convirtiéndose en un gran pez carpa rojizo,
con colores más brillantes y aletas nadadoras más potentes.

El entorno hace al pez !!!

Por un momento, imagina y compara:

Haz que la pecera en tu imaginación sea el sistema de creencias que tienes.
Dependiendo de ese sistema de creencias crecerás más o menos.
Como le ocurre al goldfish...

Ahora bien, una buena noticia:
si sabemos que las creencias nos vienen de nuestras propias vivencias,
gracias a la percepción y a nuestra forma de pensar,
podríamos cambiar el tamaño de nuestra pecera en la medida que pudiéramos gestionar nuestro propio sistema de mirar el mundo,
de ver a los demás y a nosotros mismos,
cambiando así la forma de percibir la realidad y de condicionar nuestros
propios pensamientos.

Los pensamientos
que crean el tamaño de nuestra pecera
no siempre corresponden con lo real,
(=el tamaño real de la misma),
más bien son sólo la forma de percibirlo.

Esto hace que, en ocasiones, nos confundamos y no crezcamos lo adecuado
pensando que nuestra pecera es pequeña cuando realmente no lo es,
sólo nosotros la percibimos pequeña.
Cambia la percepción y cambiará el tamaño.
Y al cambiar el tamaño podrás crecer mucho más.

Recuerda, como dice el Talmud judío que...

no somos lo que somos
sino lo que creemos que somos

Se trata de un sistema que cuando es auto-limitante cada uno de nosotros puede controlar, a diferencia del goldfish que le limita el entorno creado por otro animal:
el dueño de la pecera.

¿Nos pasa esto a las personas?
Evidentemente sí !!!

¿Qué pasa cuando la pecera nos las ponen los otros?
Cuando otros deciden el tamaño.
¿O cuando nosotros se las ponemos a otros?
Cuando sintiéndonos líderes nos creemos en la razón de etiquetar a las
personas de nuestros equipos, a nuestra pareja, amigos , hijos, ...

Al poner estas etiquetas, producto de cómo percibimos la realidad
en torno a los demás, ¿no estamos ya decidiendo el tamaño de sus peceras?
¿Tendrá razón Goethe?

Una frase de V. Karajan, que me enseñó durante un curso sobre liderazgo
el director de la Orquesta de Boston, Benjamin Zander decía:

" El arte de dirigir
consiste en saber
cuando se debe
abandonar la batuta
para no molestar
a la orquesta "

¡¡¡ Que sabio !!!!