" Si te preguntas qué es el jazz
nunca lo sabrás ",
decía Louis Armstrong.

Y el poeta Housman lo dijo así:

" Soy incapaz de definir la poesía.
Sería como si un terrier tuviera que definir una rata.
Ambos sabemos lo qué es
por los síntomas que nos provoca "

¿No es así la vida, para ser vivida?
... más que para ser definida. Acotada.
Disponemos de ella para sentir sus síntomas.
Para probar todas sus posibilidades.
Para ver todos sus caminos y elegir.

La vida no está para ser observada, ni para ser perdida,
sino para ser usada.
No hay camino hacia la vida. Ella es el camino.
Siempre está inacabada, esperando un nuevo reto, otras posibilidades.

Heidegger aseguraba que la única posibilidad
que imposibilita todas las demás posibilidades es la muerte.
Es decir, la no vida.
La vida, por el contrario, nos posibilita para todo.
Nada es imposible, ...o casi nada.

El escritor vallisoletano, Gustavo Martin Garzo, decía en una entrevista
que por encima de la memoria está la imaginación;
que sería como la memoria de nuestros sueños.
(Preciosa definición)

Nos debe interesar mucho lo que todavía no hemos vivido, el futuro deseado,
porque así la vida nos deja siempre por delante
un montón de posibilidades que están sin descubrir,
...esos sueños que todavía no se han cumplido.

Que pena cuando nos convertimos en actores secundarios de nuestra propia vida.
Dejándonos llevar por la corriente, como camarón en el agua.
Sin decidir.
Lamentándonos de nuestras suertes.
Viviendo en el valle de la queja.

No crees que es de obligado cumplimiento ser el protagonista.
Y aprovechar la buena suerte, la que tu puedes crear.
A diferencia de otros animales que se mueven sólo por instinto
y repitiéndose sin cesar,
nosotros podemos crear , cambiar, desechar, recibir lo nuevo, elegir, alterar, olvidar,
amar y dejar de amar, soñar, sorprendernos, ...
¡ Adoro al sorpresa !

Cuando el lenguaje humano encontró el verbo en tiempo futuro
nos cambió la vida. Pudimos empezar a contar sueños.
A programar. A crear. A decidir lo que estaba por venir.
Nos permitió concebir como posible lo que todavía no existía.
Y a no desperdiciar el resto de la vida que estaba sin vivir...

A vivir bajo
el mundo de la posibilidad