Hace quince minutos la Selección Española de Baloncesto se hacía con
la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres, por 107/100 frente a EEUU.
Un partido muy igualado que nuestra selección no ha ganado.
La selección española, desde mi punto de vista nada experto en el tema,
ha hecho un buen trabajo.
Ahora bien, las caras de todos los jugadores de la selección española,
también de los españoles que estaban el estadio como público,
y de algunos vecinos donde me encuentro en esta tarde calurosa de verano,
era de frustración.

Aún habiendo realizado un fantástico partido, ser "plata", haber estado muy bien,
cerca de conseguir oro frente a los mejores jugadores del mundo,
aparece la frustración en la cara de todos.
¿Y la alegría por la plata, y el bienestar por el trabajo bien hecho,
dónde están en ese momento?
Observamos, y es normal, en todos emociones de frustración.

La frustración es un estado mental emocional con un reflejo muy potente
en el rostro, la posición del cuerpo y el lenguaje.
Es un estado emocional natural, normal, esperable.
Como ha pasado esta tarde con nuestros jugadores de la selección de baloncesto.
Pero la lección aprendida es ver como ellos se reponen enseguida
y pasan a celebrarlo como se merecen, con sonrisa, con abrazos,
con saludos y felicitaciones a los compañeros del equipo contrario, con ...
Podemos aprender mucho de estos deportistas de elite.

El único problema de la frustración es cuando se mantiene en el tiempo,
cuando se convierte en tóxica, cuando te impide intentar algo de nuevo.
Cuando no te deja volver a luchar. A seguir creciendo. A mejorar. A superarte.

La frustración es un sentimiento de fracaso, de decepción que se produce
porque un deseo no se ha cumplido, no se ha satisfecho.
Y, a lo peor, se rodea también de sentido de pérdida, de tristeza, de angustia.
De culpabilidad. Y de abandono.
Puede llevarnos a arriesgar cada vez menos en la vida, al conformismo antinatural,
a vivir de la repetición, a evitar la pseudo-decepción.

Lo mejor para vivir la frustración, como nos han enseñado hoy los jugadores
de la selección de baloncesto española, es pensar que tras la desilusión inicial,
debe aparecer el estímulo para intentarlo en una nueva ocasión,
la alegría de haberlo podido intentar, de estar ahí.

Siguiendo a W. Shakespeare aprenderíamos que

"Hay caídas que te sirven para levantarte
más sabio, más feliz"

O de una forma más cínica W. Churchill nos lo contaba así:

"El éxito consiste en ir de fracaso en fracaso
sin perder el entusiasmo"

Sin perder el entusiasmo, que bueno!
Al perder el entusiasmo perdemos la confianza y la alegría por aquello que estamos
haciendo, intentando, luchando, persiguiendo, ...

Se trata de tenacidad, determinación, voluntad para comprender que lo que
nos hace más fuerte son precisamente los obstáculos.

Algunas estrategias buenas para salir del sentimiento de frustración,
en mi opinión, son:

Aceptar los obstáculos
que se te presentan como algo natural.
No verlo como algo imposible por muy difíciles que sean. Intentarlo.
No parar. O, al menos, saber cuando parar pero no anticipar el stop,
el esfuerzo repetido.
Permanecer con una mente inteligentemente positiva para superarlos, valorando
la realidad y viendo como se puede intervenir en ella.
No esperando que las circunstancias que te rodean sean las que tienen que cambiar,
sino cambiando tú primero. Asumiendo la responsabilidad.

Darte permiso para cometer errores.
En el error no está el fin, ni el "fin" que persigues, ni el "fin" como resultado.
Es aprendizaje. Te hacen más sabio.
Sin errores no hay crecimiento posible.
Si te has equivocado es porque lo has intentado.
Si no tiras a canasta no fallarás pero tampoco ganaras tu medalla,
aunque hoy toque la de plata.

Busca metas alternativas.
Si no alcanzas un sueño, busca otro. Si lo has perdido hay otro esperándote.
No te vengas a bajo, busca la alternativa, nuevos deseos y motívate con ellos.
¿Esperar que otros te motiven? NO
La verdadera motivación nace de dentro de ti.
Dejarlo en manos de otros es buscar excusas para no hacerlo.

Liberate del sentimiento de culpa.
Es uno de los peores sentimientos que rodea al fracaso y a la frustración.
Es el más tóxico.
Secuestra tu risa. Te cambia la cara. Te hace sentirte vacío.
Te cierra todas las puertas de futuro.
Te quita la posibilidad de sentirte seguro. Te baja la autoestima.
Es el mayor agente negativo para ser feliz.
No te castigues estúpidamente.
Piensa que tu eres un ser único, irrepetible, con lo mejor que tienes,
con lo que has conseguido y también con lo que te falta, con tus carencias,
con las debilidades que quieres trabajar para que sean fuerzas.
Perdónate cuando sea necesario. Si te perdonas vivirás sin mochilas innecesarias.
No te traigas los daños del pasado al presente. No aportan.
No preveas los daños que están pro llegar en el futuro. No aportan.
Al perdonarte te liberarás del dolor que produce el sentimiento de frustración,
de fracaso.

Gestiona las expectativas.
No deposites expectativas sobredimensionadas en los demás o en las circunstancias
que rodean tu sueño.
Lucha por lo que quieres, deseas, pero no lo idealices.
No esperes lo que no te pueden dar o lo que no estás preparado para recibir.
Y por el contrario, ábrete a aquello que te llega, para lo que estás preparado.
Vive recibiendo lo que te llega como un regalo en el aquí y ahora.

Sigue soñando y persiguiendo tus sueños.
Inspirate cada día en tu vida, en lo que aprendes de ella.
Vívelo todo como una enseñanza.
Morimos cuando dejamos de soñar.
Dale más ancho de banda a tu visión. Abre nuevas ventanas. ¡Descúbrelas!
Haz que lo nuevo salga de ti.
Nunca es tarde. Sé realista para no sufrir pero no confundas tus sueños
con el manejo del tiempo, de la edad, del momento, ...
Chihiro Araya tenía cien años cuando escaló el monte Fuji, ¿y?

Puedes sentirte mal
si algo no sale como esperabas;
pero deberías sentirte peor
si NO lo has intentado

Yo quería hablar de la selección de baloncesto, pero ...