Creo, reconozco que es una creencia mía, que cualquier persona puede alcanzar
la alegría de estar vivo.

Y que si no disfrutas con nada, te volverás desagradable.
Sí, lo sé ...la vida está llena de altibajos y de adversidades; pero eso es estar vivo.
Y también está llena de pequeños momentos que se hacen grandes si nosotros les damos el permiso.
Eso es estar vivo.

El arte de vivir consiste en saber disfrutar de lo bueno que nos llega y también de atender sabiamente, cuidándonos,
lo que nos perjudica, en saber recibir lo nuevo y en saber despedir lo que ya no es válido,
en vivir cuando llega la crisis y en disfrutar el regalo del momento alegre, en sorprenderse y en decidir, ...

Que importante poner foco en lo más cotidiano para sentirnos vivos.
En lo pequeño.
En los momentos.
En el instante.
En mi opinión, de eso está hecha la vida, de instantes.

Te hago una propuesta:

¿Y si viviéramos 
en un proceso 
de aprendizaje continuo?



Hoy quiero compartir   4 hábitos   que nos ayudan a sentirnos vivos


MOVIMIENTO y QUIETUD

Movimiento es vida.
Descanso también lo es.
En gran medida la calidad de nuestra vida depende de conseguir un buen equilibro entre reposo y movimiento.
Sentir que algo tienes que hacer, querer hacerlo, ponerlo bajo tu voluntad, eso es moverse.
Elegir ir.
Movimiento es deporte, es paseo, es ejercitar, es ejecutar, es pasar a la acción.
El movimiento es una experiencia corporal. Y la movilidad corporal tiene que ver con la movilidad interior.
Moverse desde afuera para moverse desde adentro.

He tomado tantas decisiones caminando. ¿Y tú?
En ese momento vienen a la mente los mejores pensamientos. O simplemente ninguno.

Y de la misma forma defiendo el reposo, la quietud.
Saber pararse. Sentirse recogido en uno mismo.
La quietud es la calma profunda elegida conscientemente.
Es el silencio necesario.
El liberarte de la mente.
Es el momento transpersonal por excelencia, porque en ese momento hay ausencia del “yo”,
y  del  “esto”, y  del “aquello”, ...

La quietud purifica la inteligencia. Te devuelve el orden. Te aleja del control innecesario.
Proporciona paz, integración, plenitud.


GRATITUD

No practicamos suficientemente la gratitud.
La gratitud es una virtud que nos ayuda a comprender interiormente y exteriormente los regalos que la vida nos trae.
Se muestra en dos vertientes sumadas entre sí: reconocimiento y apreciación.
¿Das gracias por estar vivo?
¿Das gracias por esa mirada que hoy te ha regalado?
¿Das gracias por sentir su mano sobre la tuya?
¿Das gracias por ...?

La gratitud no es una emoción. Es una forma de sentir e interpretar lo bueno que la vida nos trae.
Expresar gratitud tiene grandes beneficios: relaciones más satisfactorias, aumento de la felicidad, mejora la autoestima,
incrementa el comportamiento ético, ayuda a reducir el estrés, genera admiración, a asumir las adversidades, ...

Propónte prestar más atención a la gratitud. Agradece !
Agradecer y halagar no es lo mismo. Me quedo con la gratitud, es más saludable, no necesita del ego.

Soy de los que opinan que estar agradecido es el verdadero secreto para ser feliz.


DISFRUTAR 
LOS PLACERES ELEMENTALES

Por ejemplo de comer.
O de bailar. O de cantar. O de escuchar música. O...
(Añade, añade lo tuyo, es ahora el momento para que pongas aquí eso que te hace tanto bien)

Que bueno disfrutar conscientemente de estos placeres, que normalmente llamamos pequeños y son, sin embargo, tan grandes.
Me da igual que se trate de comer un perrito caliente o de asistir a una estupenda comida en un gran restaurante,
de esa copa de vino compartida en casa a la cerveza del domingo con amigos,
del paseo frente al mar o de una buena música.

Sólo un detalle:  ¡ HAZLO CON ATENCIÓN !
Es decir, si bebes una copa de vino, pon intención en ello.
Al poner intención en ello estarás viviéndolo conscientemente, disfrutándolo, obteniendo el placer de ese momento.
No te lo pierdas !!!

Los placeres elementales de la vida son las experiencias más deliciosas por las que estar vivo.
Y todavía cogen más intensidad si los compartimos con otros.
Los placeres compartidos son placeres potenciados.

Cocinar significa planear, preparar, invertir tiempo, compartir, ...
Cantar significa expresar, amar, coger ritmo, fortalecer los órganos corporales, acompasar, ...
Bailar es deshinibición, relajación, ejercicio, medicinal, ...
Placeres para estar vivo. Disfrute de la vida.


REÍR Y LLORAR

Reír y llorar, ambos forman parte de la vida, en toda su intensidad.
El llanto también.
Reír y llorar nos desbloquea, nos libera, nos aleja de imaginar pensamientos trillados.

El Talmud Babilónico dice:

“Las personas deben dar las gracias a Dios por las cosas buenas que les suceden;
y por las malas también”

Que razón !

Tanto reír como llorar es algo activo, espontáneo, franco, liberador, dan impulso, muestran lo vulnerable, ...
Ambas liberan tensión.

No las escondas, muéstrate con ambas.
Rie y Llora siempre que te sea posible.
Ambas se mueven en la expresión externa.
El que ríe o llora no se oculta. No se esconde, se muestra.

Llorar y reír son dos expresiones que se entienden de la misma forma entre todos los idiomas del mundo.
Reír y llorar no tiene barreras, vive igual en todo tipo de personas, entre sordos, ciegos, mudos, con daños cerebrales, ...

Reír es sano.
Llorar es sano.
Ambas son terapéuticas.


Ya sabes, cuando te levantes por la mañana no dejes de decir

¡ HURRA, ESTOY AQUÍ !