Todos estamos afectando a la realidad que observamos con nuestras propias interpretaciones,
con nuestro hacer, y con nuestras decisiones cotidianas.
Somos los responsables de nuestro destino.
Somos lo que decidimos, somos lo que hacemos.

Es frecuente encontrar personas que dicen cosas como estas:

“Esto te ha pasado porque te tenía que pasar”
“La vida ya ha decidido por ti”
“Era mi destino”
“La vida te da lo que mereces”
“Todo es vida y es ella la que decide”
“Todo ocurre porque tiene que ocurrir"

...y un largo etcétera...

Algunas personas a esto le llaman espiritualidad. Alguien superior decide por nosotros.
¡Que error!

Quizás no se paran a pensar que la verdadera espiritualidad nace de la posibilidad de que la
realidad no existe independiente de la conciencia que la observa, sino como una relación íntima
entre el observador y lo observado.
La realidad es subjetiva.

La física cuántica, aunque antes ya lo había dicho la filosofía oriental,
ha demostrado que no es posible observar la realidad sin influir en ella. Es el fenómeno de la percepción.
Esto si que es una conclusión científica y a la vez muy espiritual.
Ya nos lo había comentado también Heisenberg con su Principio de Incertidumbre.

Todos creamos nuestra realidad al decidir sobre ella. Al actuar sobre ella.
Como “observadores” de nuestro mundo lo estamos creando a la vez.
Nada está decidido de antemano.
Diferente es que, en el día a día, con frecuencia, al no actuar ni decidir con consciencia,
parecería que no influimos en el suceder de los acontecimientos.

Sin observador no hay realidad.
La teoría del biocentrismo lo explica muy bien.
Vivimos y observamos; al observar interpretamos; interpretamos desde nuestras creencias y experiencias,
desde nuestro conocimiento, y así desarrollamos expectativas sobre el devenir,
desde ahí predecimos el futuro.

En otras palabras, somos creadores y a la vez parte de todo lo que experimentamos.

Para entender este punto desde las enseñanzas de la física cuántica,
empecemos comprendiendo que la materia se expresa siempre en dos estados diferentes:

PARTÍCULA 
ONDA DE PROBABILIDAD

...y los dos a la vez.

La física cuántica nos enseña que la realidad es tan aleatoria que se limita a predecir probabilidad
de sucesos, múltiples realidades están potencialmente por suceder en cada momento de nuestra vida.
Por eso nada es cierto.
Por eso lo normal para la vida es la incertidumbre.
De la que tanto huimos, pero no podemos escapar. Estar vivo es el vivir bajo lo incierto.
Y tantas personas buscando la seguridad, un futuro seguro, ...
¡QUE ESTÚPIDA ILUSIÓN! (= de ilusionismo, no de energía positiva).

Sigamos comprendiendo....
La física nos enseña que una onda es una vibración que se expande en una determinada amplitud de frecuencia.
Y que toda materia, aún sólida, lleva asociada una función de onda. Es decir, vibra.
Aunque no sea apreciable por nuestros sentidos.
Y, lo mejor, aún vibrando, al mismo tiempo se comporta como una partícula estática.
Es entonces, en su forma de partícula, cuando nosotros la asociamos a una cosa conocida.
La materia se nos hace más fácil de comprender en su estado de partícula que de onda.

Partícula estática y onda vibrando, pudiendo ser diferentes cosas a la vez.
Que concepto tan místico porque podríamos decir bajo las teorías de la física cuántica que
el universo material es esencialmente no material. Curioso.
Porque sabemos también que las partículas son energía, por lo tanto el universo, y esto nos incluye, sería todo energía.

Otra curiosidad de la física cuántica es que en el espacio cuántico no hay distancia, todo se superpone.
Es la llamada conciencia cuántica. Todo en el todo. Todo es uno.
De la que ya había hablado Buda, sin ser experto en física, cuando nos decía:

“ No existe ninguna cosa 
que sea una cosa
porque todo es una 

Las explicaciones de los físicos cuánticos no son simples teorías, sino experiencias
contrastadas con la matemática, la física, la biología, ...
De hecho se le llama a la física cuántica, la ciencia de la ciencias.

Pero lo mejor es que tanto los verdaderos místicos espiritualistas, como los físicos expertos en cuántica,
nos enseñan que la conciencia es creativa.
No en un sentido poetico, sino literal de la palabra.
Este es el gran secreto.
Con esto me quedo...

Consciencia que además está conectada con una consciencia inteligente superior
porque según la física cuántica no existe el tiempo ni el espacio.
A la que Russell llamaba “cerebro global”, y Jung “inconsciente colectivo”,
o “campo A” le llaman los científicos cuánticos actuales.
Una inteligencia infinitamente superior. La que nos hace a todos ser uno.

El  aprendizaje milagroso
que más me enseña de todo esto es que
al observar la realidad conscientemente nos damos la posibilidad de participar en la creación de la misma.
Simplemente ELIGIENDO
sobre un abanico múltiple de posibles realidades, (NADA DUAL), que, si me lo permites,
te diré que todavía están vibrando, que no se ha comportado como partícula.
Que en nuestra mano está el elegir nuestra realidad futura.
Podemos vivir el presente (partícula) y crear nuestro destino (onda de probabilidad).

TÚ DECIDES SOBRE CÓMO INTERPRETAR TU REALIDAD,
SOBRE CÓMO OBSERVARLA,
Y DESDE AHÍ CREARÁS TU FUTURO.

¡DE TI DEPENDE!

¿Vas a dejar tu vida en manos de tus creencias producto del pasado vivido?
¿O de tus experiencias pasadas que ya no existen?
¿O de tu mente controladora que se cree segura, que busca seguridad y certeza?
...

Ojo, porque desde ahí...

CREAS TU VIDA



Vivir es elegir, decíamos en Basicoterapia hace ya unos años...