"El egoísmo es la esencia de un alma noble"
(Nietzsche)

Si eres infeliz no podrás hacer a los demás felices. Contaminarás sus vidas con desdichas.
Si vives en la oscuridad, no podrás ayudar a otros a ver la luz. Ensombrecerás a los que te acompañen.
Si apestas emocionalmente, no podrás compartir alegrías y esperanza.

Si estás enfadado, compartes enfado.
Si eres ambicioso, compartes ambición.
Si eres rico en ideas, compartes ideas.
Si eres amoroso, compartes amor y amistad.

Este es el principio fundamental del egoísmo positivo:

ENTREGAS 
LO QUE 
ERES


Sólo puedes compartir lo que vive dentro de ti. Lo que tú eres. Lo que tu tienes.
Es básico, no se puede dar lo que no se posee.
Se puede hablar de lo que no se es. Se puede hablar de lo que no se hace.
Pero no se puede compartir lo que "uno" mismo no es.
No se puede dar lo que en ti no habita.

Por lo tanto, primero


AYÚDATE A TI MISMO

Es decir, sé egoísta.
Si entiendes bien el egoísmo, sabrás que de él surge el altruismo.

Cuando alcanzas egoístamente tu mejora interior, el resto es sencillo.
Aparece la compasión, el servicio a los demás, la capacidad de enseñar y compartir, el verdadero amor.
Y es entonces cuando el "ego" se esconde.

Si tienes interés en salvar a otros, en ayudar a los demás, en transmitir aprendizajes,
empieza por salvarte a ti mismo, en revisar tu esencia.

El día que descubrimos que "el secreto" de la vida no está afuera, todo cambia.
Está en el interior de cada uno de nosotros.
El comportamiento humano nace del interior de cada persona.
Si me permites la licencia lingüística, te diré que la vida no es extrovertida. Vives dentro de ti.

El mundo se puede ver como un lugar habitado de tristeza e infelicidad.
O como un espacio en tu tiempo lleno de alegría y de milagros.
El día se puede ver como gris y nublado, mas allá de como esté el estado meteorológico.
O puede ser visto como azul y limpio.
Este segundo para ti puede ser el único, al que dedicas todo tu ser.
O puede ser un instante más que pasa sin "pena ni gloria". Sin dedicarte a él.
Tú eliges en todos los casos. Eliges desde tu interior. Desde tu ser.

Sé egoista, elige la luz, la claridad, el milagro, la alegría, la risa, el amor, …
O sé egoísta, y si así lo quieres, elige la tristeza, lo gris, lo obscuro, el abismo, …
Pero elige tú.
Ser egoísta es permitirte elegir tu estado de ánimo.
No, no viene de afuera. Está en ti. Nace en ti.

Si lo que te rodea está triste, sentir su tristeza no significa que tu te pongas triste.
Sentir su tristeza significa que comprendes el estado de otro/os o que ayudas a buscar el origen de la misma.
Pero estar triste o no, es una elección.
La decisión es tuya.

Sé egoísta 
ELIGE