domingo, 22 de febrero de 2015
A C T I T U D, una cuestión de Epigenética
Hoy es siempre todavía
Antonio Machado
No son nuestras ideas las que nos hacen
pesimistas u optimistas, decía sabiamente Unamuno,
sino que es
nuestro talante a la hora de hacer algo lo que hace
que
nuestras ideas sean optimistas o pesimistas.
Es decir, el talante con el que nos enfrentamos
a las circunstancias cotidianas
que la vida nos va poniendo de frente es
lo que va desarrollando nuestras creencias,
la personalidad de cada uno,
nuestra identidad.
A ese talante se le llama con frecuencia con la denominación de
A C T i T U
D
¿Traemos con nosotros un determinado
temperamento al
mundo cuando nacemos?
Parece que la biología ha
demostrado, bajo epígrafe de numerosísimos trabajos,
que así es.
Traemos una carga genética de nuestros
padres que nos llevan a ser cada uno diferente a
otro.
No hay dos bebés iguales.
Ni en lo físico, ni en el comportamiento
inicial a la hora de enfrentarse a los primeros días de vida.
El conjunto de genes que heredamos de
nuestros progenitores forman nuestro genotipo.
Cada genotipo determina un tipo de
individuo diferente.
Esa carga genética con la que nacimos se
queda, al menos en parte, para siempre a “vivir”
en nosotros, en nuestras
células.
Ahora bien, también la ciencia ha demostrado que nos vamos haciendo poco a
poco,
y que en el camino, deja de tener tanto peso
esta carga genética
para ir empezando a adquirir mucho más
poder la influencia del ambiente ,
del entorno en el que aprendemos, en el
que vivimos,
del impacto que ejerce en cada uno lo que
le rodea, el conocimiento que adquirimos,
las experiencias vividas, las creencias conformadas, …
A este efecto que el entorno ejerce en el individuo
se le denomina fenotipo.
Y a la ciencia que trata de estudiar el
impacto del entorno en el individuo
se le conoce como Epigenética.
Los estudios del profesor Lykken y otros tanto conocidos en el
mundo de la genética humana,
han demostrado que
el impacto sobre nuestro desarrollo de la carga genotípica
sólo supondría un
30% del total, es decir, que la genética nos hace ser
a
unas personas y a otras diferentes pero con un impacto
mucho más pequeño de lo
que se había pensado.
La mayor parte de los estudios científicos, bajo las reglas de la significancia estadística,
se han
llevado a cabo con parejas de gemelos idénticos, univitelinos,
para poder así observar la diferencia entre hermanos idénticos.
Si habían vivido en los mismos entornos tenían personalidades y comportamientos similares.
Si habían sido separados de pequeños, aún con la misma carga genética,
cada uno era "de su padre y de su madre".
Parece ser que nuestra personalidad y la forma con la que nos
enfrentamos a cualquier hecho,
eso que llamamos actitud,
está más bien relacionado con el ambiente
en el que habitamos que con la carga con la que nacemos.
Y sobre todo, según demuestran varios estudios, con la interpretación que
sobre lo vivido hacemos.
La forma en la que nos enfrentamos a lo
que en el entono vamos encontrando
tiene una capacidad de impacto en nuestra personalidad
impresionante.
Algo obvio que, como siempre, ha tenido que ser demostrado.
Bruce
Lipton lo cuenta muy bien y con numerosos ejemplos en su best seller
sobre la Biología de las creencias.
Ya lo sabíamos. …aún siendo poco observadores.
El resto de animales se comportan, e
incluso pueden cambian su dimensión y forma,
dependiendo del entorno donde viven.
Así el famoso pececito llamado gold fish habitante de una pecera doméstica
nadie diría que es la misma carpa
carnívora que nos podemos encontrar en el lago
de cualquier parque de una
ciudad.
La carga genética con la que venimos al
mundo condiciona nuestro ser.
El entorno en el que habitamos también
condiciona nuestro ser.
En definitiva, somos la suma de lo
heredado más la forma en la que vivimos en el
ambiente
en el que estamos presentes.
La buena noticia:
hay una importante diferencia entre el resto de
animales y nosotros, los humanos.
Nosotros podemos elegir cambiar cómo nos
comportamos
en cualquier ambiente que nos toque vivir,
y podemos elegir la forma en la que nos
enfrentamos a los estímulos
que en ese ambiente se produzcan.
Podemos también elegir cambiar de ambiente, de entorno.
Alejarnos de las personas que nos
acompañan y nos afectan negativamente,
huir de la toxicidad de otros o de sus
ambientes dañinos.
Incluso podemos cambiar hasta la forma de
visualizar e interpretar cualquier hecho.
Esto nos hace únicos.
Y nos da la libertad humana más poderosa.
Es nuestra verdadera esencia: la capacidad,
al elegir, de ir formándonos a nosotros mismos,
de ir creándonos cada día, de labrarnos nuestro
propio
C A M i N O
Con que sencillez lo escribió Machado, sin despeinarse …
CAMINANTE,
NO HAY CAMINO,
SE HACE CAMINO AL
A N D A R
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domingo, 15 de febrero de 2015
LA VIDA NO ES SUEÑO, ...ES TIEMPO
El tiempo de ayer, ¿dónde fue el tiempo de ayer?
Quiero recuperarlo, traerlo al hoy.
Vivirlo de nuevo. Renovarlo.
Dejarlo quieto. No olvidarlo.
El tiempo de hoy, ¿qué hacer con el tiempo de hoy?
Quiero medirlo. Pararlo. Perderlo. Compartirlo.
Vivirlo junto a ti. Ahora.
Sentirlo. No dejarle ir.
El tiempo de mañana, ¿cómo será el tiempo dentro de un tiempo?
Quiero adivinarlo. Correr delante de él. Adelantarme a su momento.
Vivirlo por anticipado. Ya.
Imaginarlo. Atraparlo y traerlo a este instante.
Nuestra vida es el uso que hacemos de nuestro tiempo.
Elegir qué hacer con él, es vivir; sabiendo que sólo tenemos acceso a este instante.
El tiempo que pasó, gastó vida. Y pasó.
El tiempo del ahora, regala vida. Y está pasando.
El tiempo del mañana, traerá vida. Y pasará.
Para muchas personas el problema de su vida,
disfrazado de otros nombres, de otras enfermedades,
es que el tiempo de ayer ya no está, ya no existe, se fue o ya no será lo que fue.
Para otros, se vive con angustia que el tiempo de hoy no se use como se espera,
o que no se tenga consciencia de su uso.
No poder elegir qué hacer con él es doloroso, ... mientras se ve ir ...
Pasa y pasa sin ser saboreado.
Incluso, a veces, se sufre porque se vive, ilusoriamente, en el tiempo que todavía no ha llegado.
Por momentos con pasión irreal, fustrante.
En otras ocasiones con miedo absurdo, tóxico.
La historia es el recuerdo del tiempo.
El futuro es el sueño del tiempo.
El presente es la vida en forma de tiempo para ser vivido.
La vida no es historia.
La vida no es sueño.
La vida es TIEMPO
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domingo, 1 de febrero de 2015
Sembrando dátiles, prejuicios y dientes…, LOS 3 CUENTOS
Le preocupaba tanto el uso de su tiempo
que nunca tuvo
tiempo
para ponerse un nombre
por eso se llamó
"Conejo Blanco"
Hay semanas muy productivas, llenas de aprendizajes.
Días en los que por
vivir muy atento a todo, muy consciente,
te llegan cientos de
mensajes, paisajes desde los que puedes llenarte de sabiduría.
Lo cotidiano se
transforma en único por un momento.
Lo básico te recuerda
lo que no se debe olvidar.
Momentos en los que
la vida te lo presenta de forma diferente,
rompiendo con lo
natural y haciendo que lo ya sabido vuelva de nuevo a tu mente.
Días en los que
refuerzas lo ya sabido.
Días en los que te
enseñan lo desconocido.
Esta semana ha tenido
muchos de estos momentos.
Tres de ellos quiero
compartirlos aquí a modo de tres cortos cuentos.
El sembrador de dátiles
En un oasis escondido
entre los más lejanos paisajes del desierto, vivía el viejo Eliahu.
Estaba de rodillas,
al lado de las palmeras datileras.
Su vecino Hakim, el
acaudalado mercader, se detuvo en el oasis a abrevar
sus camellos
cuando vio a Eliahu transpirando, mientras
parecía cavar en la arena.
- ¿Qué tal anciano?
La paz sea contigo
– Contigo, … contestó
Eliahu sin dejar su tarea.
- ¿Qué haces aquí,
con esta temperatura y con esa pala en las manos?
- Siembro,
...contestó el viejo.
- ¿Qué siembras aqui,
Eliahu?
- Dátiles,
...respondió Eliahu mientras señalaba a su alrededor el palmar.
- -- ¿Dátiles? … repitió el recién
llegado,
mientras cerraba los ojos como quien escucha la mayor
estupidez.
-
El calor te ha dañado el cerebro,
querido amigo.
Ven, deja esa tarea y vamos a la tienda a beber una
copa de licor.
– No, debo terminar
la siembra. Luego si quieres, beberemos…
- Dime, amigo: ¿cuántos
años tienes?
- No sé… sesenta,
setenta, ochenta, no sé…, lo he olvidado…,
pero eso, ¿qué
importa?
- Mira, amigo, los datileros tardan
más de cincuenta años en crecer
- y después de ser palmeras
adultas están en condiciones de dar
frutos.
Yo no estoy
deseándote el mal y lo sabes, ojalá vivas hasta los ciento cincuenta años,
pero
tú sabes que difícilmente podrás llegar a cosechar algo de lo
que hoy estás sembrando.
Deja eso y ven
conmigo.
- Mira, Hakim, yo
comí los dátiles que otro sembró,
otro que tampoco soñó con probar esos
dátiles.
Yo
siembro hoy, para que otros puedan comer mañana los dátiles
que hoy planto… Y aunque sólo fuera en honor de aquel desconocido,
vale la pena terminar mi tarea.
- Me has dado una
gran lección, Eliahu, déjame que te pague
con una bolsa de monedas esta enseñanza que hoy me diste,
… diciendo
esto, Hakim le puso en la mano al viejo una bolsa de cuero.
- Te agradezco tus
monedas, amigo.
Ya ves, a veces pasa
esto: tu me pronosticabas que no llegaría
a
cosechar lo que sembrara.
Parecía cierto y sin
embargo, mira, todavía no termino de sembrar
y ya coseché una bolsa de
monedas y la gratitud de un amigo.
Está claro:
DAR
es
RECIBIR
RECIBIR
¿Tú qué harías?
El 14 de Octubre de 1998, en un
vuelo trasatlántico de la línea aérea British Airways
tuvo lugar el siguiente suceso.
A una dama la
sentaron en el avión al lado de un hombre de raza negra.
La mujer pidió a la azafata que la cambiara de sitio porque ella no
podía sentarse al lado
de una persona tan
desagradable.
La azafata argumentó
que el vuelo estaba muy lleno, pero que iría a revisar a primera clase
a ver por si acaso
podría encontrar algún lugar libre.
Todos los demás
pasajeros observaron la escena con disgusto, no solo por el hecho en sí,
sino por la
posibilidad de que hubiera un sitio para la mujer en primera clase.
La
señora se sentía feliz y hasta triunfadora porque la iban a quitar de ese
sitio
y
ya no estaría cerca de aquella persona.
Minutos más tarde
regresó la azafata y le informó a la señora:
“Discúlpeme señora, efectivamente todo el vuelo está lleno…,
pero afortunadamente encontré un lugar vacío en primera clase.
“Discúlpeme señora, efectivamente todo el vuelo está lleno…,
pero afortunadamente encontré un lugar vacío en primera clase.
Sin embargo, para poder hacer este tipo de cambios le tuve que pedir autorización al comandante.
Él me indicó que no
se podía obligar a nadie a viajar al lado de una persona tan desagradable”.
La señora con cara de
triunfo, intentó salir de su asiento,
pero la azafata en ese momento le dijo al hombre de raza negra:
“¿Señor, sería usted tan amable de acompañarme a su nuevo
asiento?”.
Todos los pasajeros del avión se pararon y ovacionaron la acción
de la azafata.
Ese año, la azafata y el capitán fueron premiados y gracias a esa
actitud,
la empresa British Airways se dio cuenta que no le había dado demasiada importancia
la empresa British Airways se dio cuenta que no le había dado demasiada importancia
a la capacitación
de su personal en el área de atención al cliente,
la empresa hizo cambios de inmediato; desde ese momento en todas
las oficinas de British Airways se lee el siguiente mensaje:
“Las personas pueden olvidar lo que les dijiste,
las personas pueden
olvidar lo que les hiciste,
pero nunca olvidarán cómo les hiciste sentir.”
Parecería que
LOS
PREJUICIOS
GENERAN
MALOS RESULTADOS
PARA UNO MISMO
Depende de la forma
Un Sultán soñó que
había perdido todos los dientes.
Después de despertar, mandó llamar a un Sabio para que interpretase su
sueño.
- ¡Qué desgracia Mi Señor!, exclamó el
Sabio.
Cada diente caído representa la pérdida de un
pariente de Vuestra Majestad.
-¡Qué insolencia!, gritó el Sultán
enfurecido.
¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa?
¡Fuera de aquí!
Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.
Más tarde ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que
había soñado.
Éste,
después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:
-¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido
reservada.
El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes.
Se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa
y ordenó que le
dieran cien monedas de oro.
Cuando éste salía del
Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:
-¡No es posible!
La interpretación que habéis hecho de los
sueños es la misma que el primer Sabio.
No
entiendo por qué al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas
de oro.
-Recuerda bien amigo mío, respondió el
segundo Sabio,
que
todo depende de la forma en el decir.
De la comunicación
depende, muchas veces,
la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra.
la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra.
Que
la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no cabe duda,
pero la forma con que
debe ser comunicada es lo que provoca,
en algunos casos,
grandes problemas.
La verdad puede ser
una piedra preciosa.
Ahora bien, si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede
herir.
Sin embargo, si la
envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos
con ternura
ciertamente será aceptada con agrado.
Que interesante es el cuidar
CÓMO
decimos
decimos
lo que
decimos
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