dibujo de  Emocreativos



"Educar a la mente sin educar al corazón,
no es educar en su totalidad"
(Aristóteles) 

Un día festivo de otoño, comiendo junto al mar,
observo varias mesas del chiringuito de familias con muchos niños.
Algo en común tienen todas ellas: los niños y niñas pasan su tiempo de comida,
en lugar de conversando con la familia, jugando entre ellos, corriendo en la arena, ...
atados mental y visualmente a un móvil que sus padres le han cedido temporalmente
para que se calmen, para que estén callados, para que no molesten.

¿Es que se han hecho mayores antes de tiempo?
¿Se han hecho mayores para estar solos ante la pantalla de la tecnología, 
en lugar de participar y vivir el momento con los padres y amigos?

Esta experiencia en el chiringuito de la playa me ha llevado a recordar el estudio Grant
en la escuela de medicina de la Universidad de Harvard.
Los investigadores querían saber qué factores de la infancia repercuten en la
satisfacción general sobre la vida de las mismas personas adultas.

Es un estudio longitudinal, es decir que los mismos participantes son estudiados en diferentes
momentos de sus vidas.
Un estudio que ha durado 75 años, en el que han participado 724 personas, 
en dos cohortes diferentes. 

El objetivo del mismo era conseguir encontrar predictores de envejecimiento saludable.
El estudio, su metodología y resultados se han descrito en tres fantásticos libros
publicados por el investigador principal del mismo, el Dr. George Vaillant.

La principal conclusión de este estudio arrojó la siguiente confirmación estadística:
las personas que habían tenido relaciones de niñez muy próximas con los padres,
en las que se compartían tareas del hogar con frecuencia y además largas conversaciones,
tenían un mayor impacto positivo en la llamada, de forma general,
"satisfacción con la vida"

Vaillant nos dice, basado en este estudio, que 
"la felicidad en la edad adulta es dependiente del amor recibido en la infancia
y de las relaciones que has tenido durante el tiempo de infancia y adolescencia
con otras personas".

El calor de las relaciones en la niñez con los padres, familiares y amigos, indica el estudio, 
crea adultos más autosuficientes, con menores tasas de ansiedad, 
con un disfrute mayor del tiempo libre y de las vacaciones, con menos demencia senil, 
con una tasa mayor de experiencias sexuales, con mayor eficiencia profesional, 
más felices con el trabajo al que se dedican, con mayor sentido del humor, y..., 
por si fuera poco, económicamente conseguían vivir con más recursos.

Más que una infancia feliz, una infancia en la que se formen lazos emocionales fuertes
parece ser el gran predictor de una vida adulta más sana, larga y disfrutable.

¿Cuáles eran las cuatro conclusiones más importantes del estudio?
(¡¡¡ No necesitan de explicación !!!)

1.- La felicidad es dependiente del amor recibido. 
Punto. Nada que añadir.
2.- Las personas concienzudas viven más. 
Lo siento, no fue la gente más relajada la que vivió más.
3.- Preocuparse sólo cuando es necesario. 
Cambia el optimismo inútil por la sobriedad realista. positiva.
4.- Las relaciones con otras personas en la infancia crean adultos más eficientes y saludables.

¿Y si les cambiamos el móvil 
por una conversación interesante 
o por tareas compartidas en el hogar?

Pensamos, en ocasiones, que les será suficiente para llegar muy lejos 
con llenarles de multi-tareas fuera del horario del colegio, por tener las mejores notas
o por conseguir que entren en una gran universidad. 
Y, todos en el fondo, sabemos que es insuficiente, incluso poco relevante ...
En otras ocasiones proyectamos nuestras insatisfacciones en ellos, 
que sean lo que nosotros quisimos ser y no pudimos alcanzar.
O les llevamos a la máxima exigencia en búsqueda del perfeccionismo estúpido.
No soy un experto en educación pero sé distinguir los que es valido de lo que no lo es.

Mucho mejor jugar con otros niños 
que vivir aislado en la pantalla del móvil del papá.

Mucho mejor una buena conversación
que el mejor de los videojuegos.

Mucho mejor escucharles empáticamente
que pretender convertirles en un "super-YO" sobre-protegido.

Mucho mejor dar AMOR 
que las multitareas llamadas actividades extra-escolares.