Al descubrir que somos amados tal como somos,
y no como pretenden que seamos, sentiremos amor
Carl Rogers


Todas las personas tenemos dos necesidades básicas en nuestras relaciones.
Nacemos con ellas.
Son las llamadas consideraciones de relación:
la consideración positiva incondicional, (CPi),
referente a las relaciones con los demás,
y la auto-consideración positiva, con uno mismo.

La CPi, según Carl Rogers, psicólogo al que le debemos su popularidad,
trataría de una atención calurosa, receptiva y afectiva de los demás,
que consiste en aceptar a los otros tal como son,
sin ningún intento de ser cambiados por nuestra parte.
El primero que estudió y acuñó el término de CPI, en su denominación original
Unconditional Positive Regard
fue el doctor Stanley Standal, en 1954.

CPi se basa en la capacidad de relacionarnos desde la máxima aceptación
de las diferencias que tenemos con  otros.
Es decir, consiste en aceptar al otro tal como es.
Concretamente se basa en la ausencia de juicio sobre el otro.
Para los expertos se refiere a aceptar las esencias de otra persona
sin ser esclavos de las "mascaras" o imágenes que proyecta.

En cuanto al principio de
la incondicionalidad,
significa
que la aceptación
no está condicionada por tal o cuál comportamiento y
que se mantiene siempre,
sin condición.
En cuanto al principio de
la incondicionalidad,
significa
que la aceptación
no está condicionada por tal o cuál comportamiento y
que se mantiene siempre,
sin condición.
Se dice que es incondicional porque la aceptación no debe estar condicionada
por tal o cual comportamiento, sino que se mantiene sin condición.
En la CPi está el origen de la verdadera empatía y de la escucha empática.

Como cualquiera puede observar, querido lector, ésta es una condición muy fácil de entender.
Tan fácil de entender, como difícil de llevar a cabo.
Ponerlo en práctica, de forma consciente, nos mejora la capacidad de relación,
...pero es muy difícil hacerlo...
porque, según los expertos, cuando hablamos de CPi no nos referimos a una actitud,
sino de un sentimiento sobre el cual la voluntad no tiene control.

La mala noticia: estamos condenados a juzgar.
Es la forma que tenemos de pensar, ...juzgando.
Así funcionan nuestros tres sistemas cerebrales, (reptiliano, límbico y racional),
proyectando nuestras propias consideraciones e interpretando las de los demás.
¿Cómo ir contra natura?

A mi me gusta llamarle mirada positiva incondicional.
Sólo por una razón: Si somos conscientes de la mirada que tenemos sobre el otro,
si somos capaces de controlar conscientemente nuestro juicio,
aunque no podamos evitarlo, de auto-regularlo, mejorara la capacidad de aceptación.

Vemos lo difícil que es poner en practica la CPi, aún así vale la pena intentarlo
de forma habitual, o al menos en las ocasiones donde se nos hace difícil relacionarnos
con alguna otra persona.
Especialmente deberíamos ponerlo en practica con las personas que de verdad nos interesan
por cualquier motivo profesional o personal y con las personas a las que amamos.

En el mundo de la terapia, del coaching, de la comunicación persuasiva empática, del engagement, ... CPi nos permite generar entornos libres de críticas, juicios, evaluaciones precipitadas y anticipadas,
favoreciendo los resultados de la relación profesional con los otros.

La Consideración Positiva Incondicional
nos permitirá siempre relacionarnos con los demás
bajo cinco aspectos fundamentales:

1.- Lo que dices y como eres me importa porque tu me importas,
aunque para nada sea como yo soy.

2.- Tu valia es reconocida por mi.
Tal como tu eres, especialmente si tu ser es diferente al mío en relación a algo, yo te reconozco.
Y te acepto.
Ser iguales nos hace más débiles.
Ser diferentes nos hace más fuertes.

3.- No hace falta que me demuestres nada para ser valioso. Ya lo eres antes de la demostración.
Eres valioso porque eres tú. Es suficiente.

4.- Lo que te mueve a decirme lo que me dices o a hacer lo que haces persigue
una intención positiva.
No lo dudaré. Y por eso no me llevará a enfados ni juicios interpretativos que dañen nuestra relación.

5.- Y, además, aunque practique la CPi mi punto de vista no cambiará, mi forma de ver un hecho,
de percibir la realidad será la misma, (o no si me convences), ...el cómo yo lo haría puede que no cambie,
lo que a mi me gustaría tampoco, el cómo me hubiera gustado que hubiera sido seguirá igual , ...
Yo sigo siendo yo, y ahora más fuerte todavía.
Acepto como tu eres, como tu lo haces, como tu lo ves,
... porque acepto como yo soy, como yo lo veo, como yo lo hago.

Voy a practicarlo.
¿Te apuntas?