La vida es una espiral.
No es una línea recta.

¿o sí?

Todo nace, empieza. Todo muere, acaba.
Todo vuelve a nacer y a morir.
Aparecer y desaparecer. Estar y no estar.
Primavera que acaba en verano para ser otoño que tras el invierno volverá a ser primavera.
Lunes que se convirtió en martes y al final de cuatro días más y de un domingo volverá a ser lunes.
Semillas que serán flores que harán nuevas semillas.

La vida es una espiral, va de dentro a afuera.
La espiral de la vida representa el crecimiento, la evolución natural.
La tierra, como el resto de planetas, del universo, nació a partir de un movimiento en espiral
de gas y polvo cósmico.
La espiral describe la rotación del universo. Los movimientos de las estrellas.
Y también tu movimiento terrenal.
El código universal de la vida está formateado a través de una espiral: el ADN.
La vida, en todas las religiones se representa con la figura de una espiral.
Las liturgias se repiten en el tiempo, como una espiral sin fin:
de Semana Santa al Adviento y de ahí a una nueva Semana Santa.
Todo es una espiral.

Un mafioso entró en el hotel de un pequeño pueblo.
Quería ver una  habitación para saber si se podría alojar allí durante un largo periodo de tiempo.
El recepcionista, para dejarle visitar la habitación, le solicitó un aval de 100 euros.
El mafioso se los dio y subió a ver la habitación.
En ese momento, el recepcionista del hotel salió corriendo a pagar su deuda de 100 euros
con el carnicero del pueblo. El cual tomo el dinero y también corrió a pagar su deuda con
el criador de cerdos.
El criador de cerdos, a su vez, fue con los 100 euros a pagar al molinero
proveedor de alimentos para animales. El molinero tomó los billetes y se fue a liquidar
su deuda con la prostituta del pueblo que le hacía ciertos favores de vez en cuando...
La prostituta, billete en mano, fue al hotel donde debía 100 euros por el alquiler de habitaciones
a las que iba con sus clientes y que todavía no había pagado.
Entregó el billete al recepcionista del hotel, el cual lo devolvió al mafioso cuando este
bajó de ver la habitación diciendo que no le había gustado nada y reclamando sus 100 euros.

El pueblo se quedó sin deudores, aunque nada había cambiado.
A veces nada cambia y, sin embargo, todo cambia.
Percepción engañosa. Espiral que gira y gira para dejar todo en su sitio, como estaba.

El cordón umbilical es helicoidal, una triple espiral formado por dos arterias y una vena.
Las huellas dactilares son espirales, y las glándulas sudoríparas, los folículos pilosos
y el caracol del oído interno.
La naturaleza es espiral.
La vida es espiral.
Y el pensamiento es espiral.

La espiral regula la vida desde el nivel galáctico hasta un nivel subatómico.
La espiral representa la vida sin un comienzo ni un fin real.
La espiral es energía que está en movimiento continuo.
La vida es cíclica y espiral.

Y, sin embargo, ...

¿Cómo deberíamos vivir?

Como una flecha. En una dirección. Como una línea recta.
Como algo que empieza y termina.
Porque para cada uno de nosotros terminará, antes o después, pero tendrá un fin.

La vida es un espiral que deberíamos vivir como una línea recta
porque cada momento
ES ÚNICO 
e IRREPETIBLE

La vida es una espiral que gira en modo circular
y aunque todo se repita y repita,
nunca pasa por los mismos puntos.
Cada momento, cada situación, cada instante
son extraordinariamente únicos.
Vivir, quizás también tenga que ver con aprender
a salir de la espiral.
Entender lo que la línea recta, 
con punta de flecha, nos aporta.
Aprovechar todos los instantes.
Vivirlos como si fueran irrebatibles,
porque, con total seguridad,

un día 
ya no se repetirán