Ya llega el mes de Abril. 
El invierno empieza a decirnos adiós.
La primavera se anuncia con tardes de lluvia, clima tan cambiante, días más largos.
Las cuatro estaciones están de paso, siempre de paso. 
Se van, ...pero volverán. 
Las recibiremos de nuevo...

Ahora, no todo lo que vivimos vuelve.
Muchas de las cosas, a las que nos habituamos,
cuando se van se van para siempre.
Se van personas que nos acompañaban. Para siempre, dejando un vacío, dolor.
Se van trabajos que nos hicieron llegar hasta aquí. Para siempre.
Se van ideas que formaros parte de nuestros valores. Para siempre.
Todo cambia. A veces, para siempre.

Lo certero, no es real. Es una ilusión.
Los seguro, no es real. Es una ilusión.
Lo cómodo, no es real. Es una ilusión.

Quizás, por este motivo, una de las habilidades más demandadas social y profesionalmente es saber des-aprendero lo que es lo mismo: 
aprender  a decir adiós, 
aprender a cambiar,
aprender a ir por delante de los cambios, 
aprender del esfuerzo obligado ante lo nuevo,
aprender a ser generador de sacudidas inesperadas,
aprender a perseguir nuevas visiones, 
aprender a vivir creando,
aprender a comprometerse con compromisos a mucho más corto plazo,
aprender a enfrentarnos a las críticas, 
aprender a vivir en continuo movimiento,
aprender a salir del círculo, 
...
En resumen, aprender a vivir con coraje.

El coraje nos ayuda a plantar cara al temor.
El coraje te permite sentir el riesgo y desde ahí aprovechar su energía.
El coraje no es no tener miedo, es la conquista del miedo tóxico.
El coraje necesita de la fuerza de la voluntad, es decir de la determinación. 
Del estar dispuesto.
El coraje es el ánimo con el que perseguimos algo 
a pesar de los impedimentos, de los obstáculos.
El coraje es la fuerza al servicio de los sueños. 
Es la energía que necesitamos para despertarlos.

La palabra coraje etimologicamente deriva del latín. 
De “cor”, corazón y de “kardià” , hacia adelante.
Poner tu corazón en lo que haces para así seguir hacia adelante.
¡Genial definición! 
Ella, por sí sola lo explica todo. No necesita más.

"Coraje es curar las cicatrices y olvidarse del ayer. 
Es vivir con preguntas. Con la duda del saber”

Así nos lo dejaba cantado Antonio Flores en su canción Coraje de vivir.

El coraje nos dispone a vivir peligrosamente feliz.
A investigar. A ser curiosos. 
A buscar los motivos que nos hacen movernos dentro de uno mismo.
A estar predispuestos. A lanzarnos. A avanzar. 
A no necesitar siempre la aprobación.
En definitiva, a vivir.

El coraje no viaja sólo. 
Necesita apoyarse en algunos amigos para hacerse más fuerte,
para ponerse en primera fila.

En mi opinión, los amigos de viaje más importantes 
que acompañan al coraje son:

LA PERSEVERANCIA

No abandonar. Persistir.
Mantener esfuerzo en el tiempo para así conseguir lo soñado.
La dedicación con firmeza. La defensa mantenida de una actitud pro-activa.
La búsqueda constante de nuevos caminos, de nuevas formas.
Y, sobre todo, la constancia en la realización, en el hacer cotidiano.


LA RESILIENCIA

Capacidad para sacar partido de una adversidad. Para superarla.
La paradoja más creativa: aprovechar la incertidumbre para ser más fuerte.
Saltar los obstáculos.
Fijar la mirada en la meta y no en la barrera.
Comprender que los obstáculos son hitos de los que aprender.
No visionar ni sentir un error como una molestia, sino como algo pasajero.
Requiere de flexibilidad y apertura.
De saber compensar lo roto con lo nuevo que se está creando.


LA AMBICIÓN

Nace del deseo.
De la idea humana de conseguir logros.
Ambición no es poder en sentido sustantivado, sino poder en sentido verbal.
Es decir, es poder desde ¡podemos!
La ambición no garantiza el éxito, pero sí te pone en el camino.
La ambición te hace que te arriesgues.
El deseo, en forma de ambición, ha sido el motor del desarrollo humano. 
De la evolución.
Y de la R-evolución.
La ambición te conduce al cambio. 
Te orienta al futuro. 


EL COMPROMISO

Hay muchas definiciones de compromiso.
A mi me gusta definirlo con un casi sinónimo: es estar implicado. 
Es hacer lo que hay que hacer. Y punto... 
Estar comprometido es estar dispuesto a perder algo.
Es voluntario. Genera vinculación.
Se enriquece del entusiasmo. Del amor por lo que deseamos.
Y de la visión hacia donde dirigirnos.
El compromiso entendido como una obligación de cumplimiento con uno mismo.
Vive bajo el paraguas de la responsabilidad.


LA ALEGRÍA

Para poder así perseguir los sueños con la capacidad 
necesaria de interpretar la realidad de una forma inteligente.
No se trata de vivir desde el optimismo estúpido, mentalmente engañoso.
Ni de asignarle una plusvalía al pesimismo derrotador.
Se trata de cambiar los  “porque no” por los “¿ por qué no ?”.
Es vivir la vida con una sonrisa.
Es abandonar la cara de pato que nos acompaña en muchos momentos, injusta. 
No hay razones para vivir así. Hace la vida insulsa. Mustia.
La palabra alegría vienen del latín alicer, que significa estar vivo.
Es decir vivir la vida con ánimo.


Quizás me falten algunos otros elementos necesarios para vivir con C O R A J E.
Quizás se me hayan olvidado.
Añádelos tú. Serán bien recibidos.

Afronta el futuro con coraje.
Coraje para no paralizarte por las críticas, ni por los sabotajes.
Vengan de donde vengan. 
Sean su origen en otros, o provengan de tu propio diálogo interior.
Coraje para llegar donde deseas.
Coraje, 

PARA SENTIRTE VIVO