RAK = RANDOM ACTS OF KINDNESS

Que fácil es comportarse amablemente con los otros; que poco cuesta...
Practiquemos RAK, o lo que es lo mismo, 
pequeños actos de amabilidad con los demás,
con la gente que nos rodea, con los amigos, alumnos, familiares, compañeros, 
el del asiento de al lado del autobus, en la cola de la carnicería, vía on line, ...
Nos cuesta lo mismo, el mismo esfuerzo que no hacerlo.

Es algo tan sencillo como hacer reír a alguien, darle un abrazo, reglar una sonrisa,
expresar un halago, una admiración, ...,
pequeñas acciones que alimentan de combustible el ánimo de las personas cercanas.
A veces requerirá de más esfuerzo, de más compromiso,
cuando nos pagamos a cuidar al perro del vecino,
o nos apuntemos a una ONG y le dediquemos parte de nuestro tiempo libre, ...

Practicar el RAK es vivir con una antena puesta orientada a practicar actos aleatorios
de amabilidad y de belleza, a veces incluso sin sentido, cuando nadie los espera.
Es un verdadero acto de altruismo, en general muy barato.

Jodorowsky lo dice así: 

"Lo que das, te lo das.
Lo que no das, te lo quitas"


Y es que practicar el RAK también es un acto de cuidarse uno a sí mismo, de darse.
Muchas investigaciones basadas en encuestas bajo modelos Delphi han demostrado
que la gente amable muestra más signos de felicidad.
Hay una correlación directa entre nuestro "dar" y nuestra satisfacción personal.

Nos cuenta F. Miralles, en su método Ikigai, que en Japón, en el año 2016, 
un terremoto devastó varios pueblos, llevándose consigo muchas vidas.
Kiyota, un ingeniero muy conocido en la ciudad de Tokio, decidió dejar su trabajo
durante quince días, trasladándose a Kumamoto, donde montó un tenderete
y se dedicó a ofrecer de forma gratuita café caliente a todas las personas.
Su puesto de café se hizo tan popular en las redes sociales que puso en su web
una cuenta de recaudación de fondos para ayudar a todos los afectados, 
consiguiendo cientos de miles de euros en pocos días.
Todo empezó con un acto sencillo: reglar café.
Lo pequeño se suele hacer grande.
En lo simple está la grandeza.
A veces nos cuestionamos sobre cómo arreglar el mundo
cuando tan sólo se trata de ser un poco más amable, 
de ofrecer la mejor de tus sonrisas, tu palabras de aliento, 
y dejar que a partir de ahí, todo fluya.


El RAK se forma por pequeños actos de amor entre los seres humanos.
Haz el amor con RAK, no compromete mucho.
Dile que le quieres, que te importa. 
Ofrécele ese beso que está esperando.
O déjale una nota de cariño, un mensaje en su buzón de voz,
un post-it en el espejo del baño.
O da las gracias con agradecimiento profundo.
Dale esa moneda al músico callejero que te hace el paseo más interesante,
cómprale un café al portero de tu edificio o al recepcionista de tu oficina.
O perdona con más facilidad, desde el corazón.
Regala un libro con esa dedicatoria tan especial.
Dile a tu colaborador, o a tu jefe, que te gusta como trabaja.
Ve de excursión con los tuyos, que hace mucho que no lo haces, 
tomándote el día libre sin móvil, sin pensar en nada más, ...
O simplemente acaricia con tu mano su hombro, 
o sírvele el vino con la mejor de tus sonrisas, ...
Da igual que sea a tu cliente, a tu amante, a tu hermano, a tu vecino, ...

Dale importancia al

RAK

...porque la tiene.