La estética imperfecta de las flores japonesas...


El Kado es el arte tradicional japonés de arreglos florales. También llamado Ikebana.
Palabra cuyo origen está en el doble ideograma ikeru = "dar vida", y hana = flor.
El ciclo vital del Ikebana es comparable al ciclo vital del ser humano.
Nacer, crecer, envejecer y morir. El Kado reprenta la vida, contemplando todas sus fases.

De esta manera se muestra el principio de mutabilidad
de todo lo vivo.
Nada permanece. Todo muere. Todo tiene un fin. Todo se acaba, antes o después.

En un fin de semana de homenaje y celebración de la muerte,
donde las flores son protagonistas,
con más o menos glamour,  con adornos o sin ellos, muy halloweenes, 
que bueno recordar quizás lo más importante:

LA VIDA ES EFIMERA

Una pena que este sencillo mensaje no esté presente en nuestro día a día.
Lo olvidamos con facilidad.
Y no lo necesitamos para vivir con miedo, con el pánico de la negra dama tras nuestra espalda.
Sino todo lo contrario, para sacar el mayor de los partidos a la vida.
A cada segundo.
A cada momento.

Quizás, como las flores, mejor vivir la belleza de la vida,
en nuestro caso con risa y con amor.
¿Hay algo mejor?
Sabiendo que todo pasará.
Que un día nada de lo que hoy está, estará...

Es domingo, ... tarde con olor a otoño cálido.
Música de piano al fondo. Un té verde recién hecho.
Sentir,  reír,  amar, ... perfumes de flores para el corazón.
Nada más...