"Si quieres montarte en una mula sin defectos,

acabarás siempre yendo a pie".

Cervantes


Cuando aprendemos a mirar a los demás más allá de sus defectos 

y también de sus virtudes, 

más allá de las carencias y de las apariencias, 

es cuando podemos descubrir al ser humano, 

vulnerable, como uno mismo, 

limitado, como uno mismo,

defectuoso, como uno mismo, 

incompleto, como uno mismo, 

imperfecto, como uno mismo, 

...


Una vez un abuelito, en los albores de su vida, le preguntó a un sabio:

"¿Cómo se puede ser feliz con alguien

que tiene el defecto de encontrar a todo y a todos defectos,

para quien nunca haces nada bien?"


A lo que contestó el sabio:

"No hay medicina, ni psicología, amigo mío, que yo ni nadie conozca para ello.

Salvo una de estas dos cosas:

hacerse con la idea de que quien tiene a su lado a una persona así debe aceptarla, 

como acepta que tenga lunares, los ojos pequeños, o el color del pelo rubio, 

y decide no darle más importancia.

O bien, separase de ella".

Y añadió: 

"Por cierto, lo mismo que debería aprender el que sólo ve defectos".


En honor a la verdad, el defecto de ver defectos es bastante común.

Lo tenemos todos.

El problema está cuando sólo hay ojos para los defectos.

Sin una mirada más allá.


Vivir acompañados de personas que para sus defectos y errores son topos,

pero para los defectos de los demás tiene ojos afilados, es duro de sobrellevar.


Los seres humanos no somos pluscuamperfectos. Y gracias. 

Sería inhumano el serlo, por definición. El ser humano es imperfecto. 

Y eso no le aleja de ser sabio.

Interesante también no ver defecto en aquello que no coincide con nuestras razones.

La diversidad es productiva. Necesaria. Alimenta. Nos hace mejores. Crecer. Aprender.


Te invito a no quedarte con una mirada fija en las limitaciones de las personas que te importan.

Recordemos que si nos molesta un defecto de otro es muy posible que sea 

porque nosotros también lo portamos en nuestra mochila existencial.

Hagamos caso al sabio, y aceptemos y avancemos. Sumemos.

O digamos adiós.


Vivamos con una mirada que nos permita 

mirar más allá