Zoe


Zoe significa vida en griego. 

También se traduce como vitalidad.

Y es ella, mi Zoe, la que llena de vida,  me llena a mi de vitalidad;

incluso cuando no hace nada, sólo mira, observa, 

y se relaciona con el tiempo en un estado que definiría como meditativo.


Me ha costado casi seis décadas de mi vida comprender lo que significa dejar de soñar, 

darle más valor a la realidad, a lo que ahora y aquí está pasando, sin tanta expectativa,

sin tanta mente de futuro, ni de pasado.

Y, aún así, no puedo llegar, ni por asomo, al modo en el que ella lo hace, 

al modo en el que ella, de forma auténtica, lo vive.

Sus enseñanzas, actuando como espejo,  me colocan en una posición más humilde.


Zoe se coloca junto a mi, 

mientras escribo o leo, 

mientras disfruto de una copa de vino,

mientras cocino, 

mientras me acicalo, 

mientras duermo, 

mientras comparto una tranquila conversación, 

mientras ...,

siempre a mi lado.

Tan sólo observa, con ese gesto en el que entrecerrando los ojos, me dice:

"aquí, ahora, estoy sólo para ti".


Zoe lo  repite y lo repite, cada día, 

y aún así sabe que nada es igual, 

ningún instante es el mismo, no se repite.

Todo siempre es nuevo y diferente.

Absolutamente nada es ahora como hace un instante.

Participar de ese cambio continúo al que llamamos ZOE (=vida),

es la única promesa real de felicidad.


El verdadero bienestar nace siempre de la entrega.

Zoe lo sabe. Y se entrega a cada momento.

Lo mismo sucede con el amor.


Hacer sin hacer nada, también es hacer.

Zoe también lo sabe, también lo practica.

Ya lo dije en uno de los capítulos de mi libro "Atrévete", el Wu Wei.

Consiste tan sólo en estar ahí para captar, hacer, transitar, ..., con lo que aparezca,

con lo que llegue, sin forzar su arranque, pero preparado para entregarte.


Y esto, a Zoe le permite vivir sin juicio innecesario.

En paz.

Sin censura estúpida.

Observando y aceptando los cambios, participando de ellos.

Se toma las cosas como son, no como le gustaría que fueran.

De hecho, no sé si tiene en su mente alguna forma de pensarlas diferente a como son.

Para ella, el camino es la vida. Y nada más.

Lo dijo el poeta, el camino se hace andando. En gerundio. 


Y la mejor de sus enseñanzas:

sabe que la vida está para ser vivida. no pensada.

Pensamos mucho la vida,

y, a veces, la vivimos poco.


Zoe, con mucho amor te digo una sola palabra 


G R A C I A S